El Parlamento Latinoamericano (Parlatino) pide a los gobiernos de la región que sometan la licitud de la deuda externa a dictamen de la Corte Internacional de Justicia en La Haya, dijo su presidente, el uruguayo Juan Adolfo Singer, en un seminario sobre el tema en Venezuela.
"Estamos muy lejos de una negociación que involucre al conjunto de los países de la región", dijo Singer, pero en cambio "es posible procurar la armonización de las posiciones", así como lograr "acuerdos en puntos esenciales que den fuerza a nuestros países en su diálogo con los acreedores".
Lo que el Parlatino y otras instituciones regionales procuran "es que los gobiernos de la región postulen, ante la asamblea de la Organización de Naciones Unidas, una consulta al tribunal de La Haya, respecto de licitud e ilicitudes en la deuda".
"Los acreedores nos han dado una buena lección al juntarse", recordó Singer, "y sería una buena idea que tratemos de hacer lo mismo buscando otras líneas de acción, porque las seguidas hasta ahora no han resultado y la deuda no ha disminuído".
El diputado venezolano Pablo Medina presentó cifras según las cuales, América Latina, Asia, Africa, Medio Oriente y Europa Oriental debían en conjunto 1,16 billones (millones de millones) de dólares en 1987.
Hasta 1996, dijo Medina, "se han pagado 1,74 billones de dólares, pero la deuda, en lugar de disminuir, se ha elevado a 1,88 billones de dólares".
América Latina debía hace nueve años 426.000 millones de dólares, indicó Medina, y hasta 1996 se pagaron 648.000 millones, "no obstante lo cual, la deuda ha subido a 611.000 millones".
El diputado expuso los casos argentino y venezolano. Argentina debía en 1980 unos 27.000 millones de dólares, hasta 1993 pagó 48.000 millones y al cierre de ese año, sus obligaciones externas sumaban 70.000 millones.
Venezuela también ha pagado en dos décadas 40.000 millones de dólares, pero su deuda creció de menos de 20.000 a más de 27.000 millones de dólares, indicó Medina, quien pidió "no seguir yendo al matadero con la cabeza baja".
"La verdad es que la deuda ya la hemos pagado varias veces", destacó el argentino Eduardo Estévez, dirigente de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), de raíz cristiana y que reivindica 20 millones de afiliados en la región.
El senador venezolano Humberto Celli, ex presidente del Parlatino, abogó en el seminario porque "se estudien fórmulas para enfrentar en conjunto la deuda y su renegociación, porque cada vez que negociamos por separado salimos perjudicados".
Singer insistió en que "no hay una salida única", y admitió que entre las posibilidades se cuenta la declaración en conjunto de una moratoria, para aplicar al desarrollo social y otras inversiones los recursos utilizados para el servicio de la deuda.
El seminario de Caracas, auspiciado por el Congreso venezolano y el Parlatino, discurrió el viernes y este sábado bajo el título "El fin del milenio y la deuda externa".
Se debatió un estudio del jurista argentino Miguel Angel Espeche, según el cual la Corte de La Haya puede producir una decisión señalando el deber de los países acreedores de impedir el cobro de intereses usurarios.
El alza unilateral de las tasas de interés que gravan los compromisos financieros de los países del Sur "es usuraria, porque la elevación ocurrió muy por encima de los niveles históricos y de los vigentes cuando se contrajeron las deudas", según Espeche.
"La incriminación de la usura es un principio general de derecho", sostuvo Espeche, y argumentó que la Corte de La Haya admitiría una demanda en el tema deuda porque "los principios generales constituyen un fondo normativo común al derecho interno e internacional".
También se estudió la petición del Papa Juan Pablo II para que, con ocasión del año jubilar católico en el 2000 y el comienzo de un nuevo milenio, se condone la deuda externa de los países pobres del Sur.
En sintonía con el Papa, el Consejo Episcopal Latinoamericano pidió demandar la ilicitud de la deuda externa ante el tribunal de La Haya. (FIN/IPS/hm/ff/ip if/96
