Los jóvenes latinoamericanos de la actualidad tienen un sistema de valores "light", ven a la familia como un hotel de cinco estrellas y aparentan no ser racistas pero en su estructura mental sigue existiendo el sistema de castas sociales que ha dominado por siglos en la región.
Este perfil sobre lo que piensa el joven latinoamericano entre los 13 y 19 años se logró tras el análisis de una encuesta que incluyó a 36.516 estudiantes en toda la región y se amplió a un total de 45.816 incluyendo también a España y Portugal.
Los resultados de la consulta fueron divulgados este viernes en San José por Tomás Calvo, catedrático de Antropología Social de la universidad Complutense de Madrid.
Calvo señaló que a pesar de la asimilación de un discurso a veces antiestadounidense y antiespañol, la estructura de castas salta a la vista cuando se ven las respuestas de los jóvenes a la pregunta de con quién les molestaría casarse.
El 42 por ciento respondió que le disgustaría casarse con un negro o negra de Africa, 39 por ciento con árabes, 38,5 por ciento con judíos, 35,7 por ciento tampoco se casaría con un indio latinoamericano, 35,4 con negros latinoamericanos y 33,6 por ciento con mulatos.
"En América Latina sigue existiendo 'el blanquito' como ideal de belleza, de deseo, de estatus", afirmó Calvo, quien apuntó que es necesario educar a los jóvenes en la democracia y el respeto a etnias diferentes a la suya.
El personaje favorito de los jóvenes latinoamericanos, con 35 por ciento, es el Papa Juan Pablo II, seguido por Teresa de Calcuta (24 por ciento), el fallecido cómico mexicano Cantinflas (22 por ciento), el ex futbolista brasileño Pelé (17 por ciento), el pintor español Pablo Picasso (14 por ciento), el general San Martín (13 por ciento).
En último lugar, después del Mahatma Ghandi, del asesinado presidente de Estados Unidos John Kennedy, el líder negro de ese país Martin Luther King, el escritor español Miguel de Cervantes y el presidente de cada país está el Che Guevara, con sólo cinco por ciento.
Esto revela, a juicio de Calvo, el quiebre con la generación de los años 60-70, para la cual el Che era un héroe.
Pero también ese quiebre se muestra en las preferencias políticas, porque ahora ninguna ideología es dominante entre los jóvenes, que no se sienten atraídos ni por la derecha ni por la izquierda. La ideología dominante es el nacionalismo, porque es la que se enseña en las escuelas, señaló el catedrático.
"Hoy, a diferencia de la generación de los 60-70, no hay un sentimiento antinorteamericano y los adolescentes no adhieren al socialismo", indicó.
Además, "en los 70 había una actitud revolucionaria, transformadora, ahora los jóvenes toman lo que les sirve y lo que no les gusta lo ignoran, refugiándose en su mundo privado".
Los jóvenes de esta época tampoco creen en los jueces, en el parlamento, el ejército, los partidos políticos o el gobierno. El 39 por ciento no votaría por ningún partido porque no cree en la política.
Las instituciones en las que confían son la iglesia (porque es ahora más permisiva), la familia (porque se ha democratizado y es plurifuncional) y la escuela, porque la necesitan para competir en el mundo.
La mayoría de jóvenes latinoamericanos se identifican mayormente con su país y luego con otros de la región, pero la mayoría querría tener ciudadanía o pasaporte de Estados Unidos, que aparece como una luz rutilante en la imaginación y fantasía de los adolescentes de la región y de España.
Uno de cada tres estaría dispuesto a emigrar a Estados Unidos si le ofrecen un trabajo. Esta caída de los prejuicios antiestadounidenses, a juicio de Calvo, refleja que es posible desarrollar una identidad panamericana.
Pero también refleja la influencia de la sociedad de consumo y de la televisión, donde encuentran a lo personajes de las series estadounidenses Melrose Place y Beverly Hills como los ideales de vida, con bello entorno, bellas mujeres y un ambiente totalmente permisivo.
Los países de mayor simpatía para los latinoamericanos son México (39 por ciento), España (24 por ciento), Brasil (21 por ciento), Argentina (20 por ciento) y Venezuela (16 por ciento).
Entre los que despiertan más antipatías están Cuba, en primer lugar, seguido por Argentina. Para los chilenos, por ejemplo, los argentinos son los latinoamericanos más antipáticos y el sentimiento es devuelto por los argentinos con respecto a los chilenos.
"Para construir una sociedad iberoamericana es necesario que estos prejuicios sean derretidos, si no desterrados y bajar el nacionalismo fanático y excluyente", señaló el coordinador de la consulta.
Finalmente, 34 por ciento de los adolescentes latinoamericanos declaró sentirse muy feliz, 30 por ciento feliz, 28 por ciento poco feliz y seis por ciento nada feliz.
"Ven a la familia como un hotel de cinco estrellas donde encuentran comida, abrigo y comprensión cuando la necesitan y respetan su sistema de valores flexible", apuntó Calvo.
La del presente, agregó, es una adolescencia no fanática, no autoritaria, no militarista pero también poco comprometida, poco sacrificada y hedonista. (FIN/IPS/mso/dg/pr/96)