Los países de América Latina deberían mirar a los exitosos de Asia para ver de cuáles características carecen, dijo hoy en Venezuela el costarricense Fernando Zumbado, director regional del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El PNUD auspició la conferencia de alcaldes, gobernadores y expertos en el tema de la descentralización, de 19 países, que se reunieron en Caracas el jueves y este viernes, para tejer una red de cooperación que impulse reformas políticas en la región.
Conclusiones y recomendaciones nutrirán un informe que se llevará a la cumbre iberoamericana de mandatarios, en Santiago de Chile el próximo noviembre.
Zumbado dijo que la búsqueda de reformas puede llevar a los latinoamericanos a mirarse en el espejo asiático, con países de creciente desarrollo económico y humano. Corea del Sur sería paradigma pues "llegará a ser un país desarrollado", indicó.
La primera de las características de los "tigres asiáticos", según Zumbado, es "un alto grado de equidad", expresado en que las diferencias de ingresos entre ricos y pobres es de ocho a uno y en ocasiones de cuatro a uno, mientras que en América Latina y el Caribe es de 32 a uno.
"La equidad es un buen negocio para que la economía funcione", resumió Zumbado.
En segundo lugar, los asiáticos "sostienen tasas de ahorro mucho más altas", de más de 30 y en ocasiones hasta 45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en América Latina se consume más y se ahorra entre 15 y 20 por ciento del PIB.
Un tercer carácter de los tigres es "la decisión de invertir en serio en la gente, pues los dos desafíos de América Latina son la igualdad y la educación", y Zumbado puso como ejemplo que Corea del Sur usa 15 por ciento de su presupuesto de educación en universidades, mientras Venezuela destina 40 por ciento.
Los asiáticos, en cuarto lugar, "han propiciado explícitamente industria y agricultura intensivas en mano de obra", señaló el especialista. Los latinoamericanos, en cambio, siguen "todavía fascinados por obras faraónicas intensivas en el uso de capital".
Finalmente, una característica asiática es la continuidad de los planes, con Malasia como ejemplo, pues a un primer plan de desarrollo, de 20 años, sigue otro por 20 más.
En América Latina, "hemos tenido democracias más estables", y lo necesario es aprovechar ese recurso "para buscar consenso político en tres o cuatro cosas fundamentales", aunque no se logren acuerdos en las demás, dijo Zumbado.
Un ejemplo sería el logro en Panamá de un consenso, como objetivo nacional, que el país asuma el control del canal interoceánico el último día de este siglo.
El PNUD aboga por "desarrollar espacios donde la gente pueda asumir responsabilidades", y facilitar el tendido de la red de "voces distintas a los gobiernos nacionales", enmarcada en una clara delimitación de ámbitos, nacionales y locales".
En el ámbito nacional deben permanecer áreas de seguridad y defensa, un sistema de justicia igual para todos los ciudadanos, la educación con igualdad de oportunidades y cuestiones de política económica y monetaria, opinó Zumbado.
En cambio, a nivel local se deben resolver cuestiones inmediatas como el agua potable, el transporte, los caminos y la adecuada disposición de la basura, agregó.
A este respecto, Zumbado advirtió como tendencia de América Latina que autoridades locales, alcaldes o gobernadores, están emergiendo como líderes nacionales.
"Ya una plataforma de despegue para un candidato presidencial, más que ser un buen senador o un buen jefe de partido, es haber sido un buen alcalde de una ciudad importante", comentó finalmente Zumbado. (FIN/IPS/hm/ag/dv/96