Julio fue un mes de positivas señales para América Latina en materia de inflación, con bajas en las tasas mensuales de los dos países más neurálgicos, Venezuela y México, pero la batalla contra los precios continúa en toda la región.
Venezolanos y mexicanos soportan tasas altas en el promedio latinoamericano y mundial, mientras en otros países se tiende a avanzar en los éxitos antinflacionarios y en un tercer grupo se busca por lo menos estabilizar los índices logrados en 1995.
En Brasil, de acuerdo al índice que la Fundación Getulio Vargas (FGV) entregó este martes, por primera vez en las últimas décadas la inflación registró en julio una tendencia anual de un dígito, al situarse en 9,89 por ciento.
En Chile, el índice anualizado del último mes, de 7,7 por ciento, es el primero de 1996 inferior al 8,2 por ciento de inflación registrado en 1995 y fortalece los planes de rebajar la tasa de este año a 6,5 por ciento.
Argentina tuvo a su vez en julio su mayor tasa mensual de este año, con 0,5 por ciento, tras índices deflacionarios o igual a cero desde febrero, lo cual no le impide mantenerse como el país de menor crecimiento de los precios en la región y tal vez en el mundo.
Transcurridos siete meses del año, los informes sobre el índice de precios al consumidor (IPC) en América Latina muestran a Uruguay como otro de los países que en en 1996 conseguirá rebajar su tasa de inflación.
El saliente gobierno de Sixto Durán-Ballén en Ecuador, quien el sábado entregó el cargo a Abdalá Bucaram, se despidió con la mayor tasa mensual del año, de 1,70 por ciento y con un índice anualizado superior al de 1995.
También en Perú y Bolivia hubo relativos repuntes del IPC en julio, que en el caso boliviano parece encaminarse a repetir el del año pasado, en tanto los peruanos podrían sufrir este año un leve incremento de la inflación.
En América Central los índices disponibles a la fecha ratifican también una tendencia al incremento de la inflación en Guatemala, a la estabilización en Nicaragua y una evolución hacia la baja en Costa Rica.
En el panorama general de los precios aparecen entonces Venezuela, en primer lugar, y México, en segundo, como las naciones latinoamericanas con problemas inflacionarios más agudos.
Con un IPC mensual de cinco por ciento en julio, Venezuela tuvo su tasa más baja de los últimos nueve meses, pero su inflación interanual volvió a aumentar para llegar a 112,8 por ciento, la más alta de la región.
No obstante, el gobierno del presidente Rafael Caldera sigue apostando a cerrar este año con un IPC de dos dígitos y llegar en 1997 a una inflación inferior a 30 por ciento, a la grupa del drástico ajuste implantado desde mayo último.
México, rebajó ya en 20 puntos la inflación de 51,72 por ciento de 1995, al llegar en julio a un índice interanual de 31,82 por ciento, pero este éxito es muy relativo en relación a las metas de la administración de Ernesto Zedillo.
El gobierno mexicano se propuso para todo 1996 un aumento del IPC de 20,5 por ciento, pero entre enero y julio acumuló casi 17 por ciento, lo cual convierte la meta original en una misión imposible.
Argentina, que en 1995 tuvo un IPC de 1,6 por ciento, llegó en julio a una tasa anualizada de cero por ciento, mientras en Bolivia hay un virtual empate entre el 12,58 por ciento del año pasado y la tasa actual de 12,52 por ciento.
Brasil disminuyó la inflación de 14,78 por ciento de 1995 a una tasa interanual de 9,89 por ciento, y Chile rebajó igualmente de 8,2 a 7,7 por ciento.
Colombia exhibe, en cambio, un breve incremento con su tasa anualizada de 20,57 por ciento hasta julio, en comparación con el 19,45 por ciento del año pasado.
La comparación entre ambos índices muestra en Costa Rica una baja de 22,56 en 1995 a 18,27 por ciento en la tasa interanual a julio, en Ecuador un alza de 22,8 a 24 por ciento y en Guatema también un incremento de 8,61 a 11,60 por ciento.
En México la tendencia es a la baja, de 51,72 a 31,82 por ciento, y en Perú hacia una leve alza desde 10,20 hasta 11,89, mientras Uruguay muestra igualmente un descenso de 35,44 a 27,14 por ciento.
Venezuela, que en 1995 tuvo el IPC más alto de la región con 56,6 por ciento, duplicó ese registro con su tasa anualizada de julio de 112,8 por ciento. (FIN/IPS/ggr/la-if/96