La organización internacional defensora del medio ambiente Greenpeace hizo rodar un nuevo automóvil sin efectos contaminantes, fabricado por ingenieros suizos tras dos años de pruebas.
El automóvil, básicamente un Renault Twingo, fue convertido en un vehículo "pequeño, inteligente, liviano y eficiente" (SmILE según sus siglas en inglés, que forman la palabra "sonríe").
El Twingo SmILE consume sólo la mitad de la cantidad original de gasolina, y por lo tanto reduce las emisiones de gases, planteando un desafío a los productores de automóviles en la aplicación de principios de diseño similares.
"Estamos aquí no para promover automóviles, sino para demostrar que la industria automotriz está obstruyendo tecnología viable que puede ayudar a prevenir el cambio climático", dijo este martes Thilo Bode, director ejecutivo internacional de Greenpeace, en la ceremonia de lanzamiento en Lucerna, Suiza.
Las emisiones de dióxido de carbono del sector automotor "no pueden continuar siendo ignoradas si los gobiernos intentan cumplir los compromisos existentes para reducir las emisiones que provocan el efecto invernadero", señaló Bode.
El Twingo SmILE es capaz de viajar 36 kilómetros con un litro de combustible, una eficiencia que duplica a la del modelo original. Un motor de dos cilindros desarrollado por Wenko, una empresa de ingeniería suiza, reutiliza el combustible para crear una potencia "supercargada".
Mientras Greenpeace presentó un desafío más al mundo, no todo fueron sonrisas dentro de la propia organización, y algunos activistas afirmaron que el nuevo automóvil representa otro paso en la gradual transformación de Greenpeace de una organización radical a un grupo de presión más entre otros del sistema.
El lanzamiento de SmILE se produjo en un momento en que Greenpeace abandonó varias campañas de protesta contra corporaciones multinacionales del petróleo, como Chevron y Shell, provocando que varios activistas dejaran la organización.
El SmILE, que intenta ser un prototipo para ser copiado, hizo su debut a pesar de advertencias de muchos científicos de que es tiempo de optar por alternativas a los combustibles fósiles, cuyas emisiones son uno de los factores responsables del recalentamiento del planeta.
El propio lanzamiento parece haber dividido a la organización en los más altos niveles. Según Barbara Dudley, presidenta de Greenpeace USA, el automóvil "omite por completo el hecho de que el transporte público es preferible".
Desde su fundación hace 25 años, Greenpeace logró el reconocimiento de la opinión pública con protestas que incluían el seguimiento de barcos cargados de desechos nucleares y el envío de escaladores profesionales a trepar edificios como el del Banco Mundial, para colgar estandartes de protesta.
No obstante, en los últimos años, la organización dejó de lado informes y campañas de alto impacto alegando falta de fondos y temores a problemas legales.
Asimismo, algunos de los temas críticos en que la organización sigue centrándose entran en conflicto con las prioridades y principios de otras organizaciones defensoras del medio ambiente, señalaron analistas.
Por ejemplo, en los últimos meses, el Instituto Isla Tierra, con sede en San Francisco, y otras organizaciones publicaron anuncios de página en diarios estadounideneses condenando nueva legislación que permite a pesqueros de atún matar un número ilimitado de delfines.
Los anuncios criticaron indirectamente a Greenpeace por dar su apoyo a la nueva ley, la cual también es respaldada por México, Colombia, Estados Unidos y Venezuela.
Activistas del Instituto Isla Tierra argumentaron que Greenpeace comprometió sus principios en sus esfuerzos por jugar el papel de diplomático internacional.
Algunos activistas veteranos de Greenpeace se quejan de que la organización sólo se dedica ahora a temas internacionales, olvidando el trabajo interno.
En lugar de ello, denuncian los activistas, Greenpeace se dedica a temas internacionales como el respaldo a convenciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el medio ambiente y la oposición al embarco de desechos peligrosos fuera de límites nacionales. (FIN/IPS/tra-en/pc/pz/lp/mk/en/96