Los países e instituciones europeas que deseen ampliar sus relaciones en Cuba deberán esperar hasta las próximas elecciones en Estados Unidos, afirmaron mimebros de una delegación parlamentaria alemana que visitó la isla caribeña.
Sin embargo, los parlamentarios germanos recomiendan que Alemania ponga en marcha a corto plazo una línea de cooperación de asistencia directa a la población cubana, declaró este jueves en Bonn a IPS uno de los dos presidentes de la delegación, el oficialista Armin Laschet.
En ese caso se trataría se trataría de becas para estudiantes o artesanos o de sufragar costos de asesoramientos específicos, en derecho tributario o administración estatal, por ejemplo, destacó.
La cooperación entre las iglesias católicas de uno y otro país ya existente, entre Caritas de Cuba y el patronato de ayuda del grupo católico alemán Adveniat, podría ser ampliada con el patrocinio de la germana en La Habana.
La no gubernamental Agroacción Alemana también presta ayuda a Cuba por varios millones de dólares, por ejemplo en aistencia de emergencia y proyectos de nutrición para niños,.
Los congresistas Jesse Helms y Dan Burton, promotores de una ley que amplió el embargo de Estados Unidos a Cuba, son los mejores aliados del presidente Fidel Castro, pues éste justifica todos los males económicos que sufre su país con el bloqueo, destacó Laschet.
Alemania podría ayudar a La Habana, entre otros planos, en los servicios de salud pública, educación y nutrición popular.
La delegación de diputados alemanes que visitó Cuba entre los días 16 y 20 estuvo conformada también por la también democristiana Erika Reinhardt y los opositores Wolfgang Schmitt (de los Verdes) y Matthias Weisheit (socialdemócrata).
Esos parlamentarios habían representado anteriormente a Alemania en la toma de mando del nuevo presidente del Ecuador Abdalá Bucaram, en Quito.
En Cuba se entrevistaron con ocho representantes de la oposición, la mayoría próximos a organizaciones defensoras de los derechos humanos. Todos ellos se oponen a que se aplique un bloqueo a su país, para que sea utilizado por el gobierno de Castro.
Por el contrario, la oposición interna abriga la esperanza de que el levantamiento del bloqueo estadounidense se traduzca en un mayor margen de acción para ella, señaló Schmitt en Bonn.
A diferencia de Nicaragua o Vietnam, países que mantuvieron estrechas relaciones con la desaparecida República Democrática Alemana y siguieron recibiendo asistencia de Bonn, Cuba no se beneficia de medidas de ese tipo.
Los cubanos no comprenden por qué Alemania los discrimina, señaló Laschet.
De acuerdo al informe que la delegación parlamentaria elevará al Poder Ejecutivo en Bonn, Cuba no reúne aún las condiciones inherentes a un Estado de Derecho y a una economía de mercado y por tanto no amerita la cooperación alemana.
La situación política interna no es muy satisfactoria, se mantiene dura o se ha endurecido en el último tiempo, según Laschet, a pesar de la incipiente apertura económica, que se manifiesta, por ejemplo, en los mercados agrícolas o los pequeños restaurantes (paladares) que ya están funcionando.
Los parlamentarios alemanes son escépticos respecto a la ayuda alimentaria -unos 10 millones de dólares al año – que la Unión Europea (UE) da a Cuba en forma de leche en polvo o carne de cerdo y estiman mucho más positivo que se coloque a los compesinos de la isla en condiciones de elevar su productividad.
Por otro lado, Alemania es, dentro de la UE, el único país que no ha concertado convenios de cooperación económica para el desarrollo con Cuba y el intercambio bilateral es escaso (unos 100 millones de dólares al año).
En abril pasado, ambos gobiernos suscribieron un tratado de protección y fomento de inversiones.
Pero sí es importante la afluencia de turistas alemanes a Cuba, pues representa 10 por ciento de la totalidad de veraneantes que visita la isla anualmente.
Para noviembre esta prevista la visita a Cuba del socialdemócrata, Gerhard Schroeder, primer ministro de Baja Sajonia, quien desea estudiar cómo hace Cuba para restructurar su economía y enfrentar la competencia mundial cuando hasta 1989 su economía dependía en 75 por ciento del ex bloque socialista. (FIN/IPS/rc/dg/if-ip/96