América Latina es la única región del planeta donde en el curso de 1995 se redujeron las importaciones de productos alemanes, según una encuesta realizada por empresarios de Alemania.
Mientras en 1994 Alemania logró una participación de 5,5 por ciento en el total de importaciones del subcontinente, el año pasado alcanzó sólo 5,4 por ciento, reveló un sondeo de la Confederación de las Cámaras de Industria y Comercio de Alemania (DIHT).
La DIHT recabó datos de las cámaras de Industria y Comercio bilaterales repartidas en 72 países del mundo.
Alemania mantiene intercambio comercial con 15 países de América Latina. En esta encuesta se aprecia una baja de las exportaciones alemanas hacia la mayoría de estos países.
En el mercado brasileño se aprecia una pérdida de 1,1 por ciento: la participación alemana en las importaciones se redujo de 10,3 por ciento en 1994 a 9,2 por ciento en 1995. Brasil es entre los países de este subcontinente el mercado más importante para Alemania.
El segundo mercado en importancia para Alemania es Argentina, con 6,2 por ciento de participación en las importaciones globales. Le siguen Venezuela, con 5,8 por ciento, Colombia, con 5,6 por ciento y Chile, con 5,1 por ciento
Sólo Argentina, Colombia y Chile aumentaron su cuota de importación de productos provenientes de Alemania; otros cuatro países se mantuvieron estables, y los ocho restantes redujeron sus compras.
De Alemania provino 4,8 por ciento de las importaciones asiáticas, con un alza de 0,2 por ciento. Con Estados Unidos y Canadá, hubo un aumento de 0,1 por ciento, llegándose a una participación de 4,4 por ciento.
Europa fue la región que mayor cantidad de productos alemanes compró en 1995, alcanzando a 19,8 por ciento, lo que significa un alza de 0,7 por ciento en comparación con 1994.
En cuanto a la participación global de Alemania en los mercados mundiales, el estudio indica que hubo un alza de 0,2 por ciento, alcanzando 10,8 por ciento del total de las importaciones registradas.
Estados Unidos, por su parte, obtuvo un alza de 0,3 por ciento, participando con 16,4 por ciento del mercado mundial.
Japón registra una leve disminución de su participación, al igual que franceses, británicos e italianos. Mientras, los rusos y los chinos mantuvieron su participación en las ventas mundiales.
Según la encuesta hay tres motivos para el aumento de la participación alemana en los mercados mundiales: una mayor participación en el mercado asiático, una mayor demanda de bienes de inversión y el desarrollo de los precios de las exportaciones alemanas.
La encuesta pronostica que las empresas alemanas mantendrán su posición en la competencia internacional durante este año. Pero advierte que es imprescindible reducir los costos de producción.
Los productos alemanes son de muy buena calidad, y esta fama aún persiste, pero sus precios son muy altos. Los clientes prefieren comprar algo más barato, aún en desmedro de la calidad.
La competencia es dura, y para poder competir con los productos asiáticos, que no sólo son baratos, sino que además han mejorado notablemente su calidad, deben reducirse los costos de producción, según informa esta encuesta.
Para ello, las empresas alemanas racionalizan, y además trasladan parte de su producción a otros países.
Por ello los bienes de inversión han experimentado un aumento. "La globalización ha desarrollado un aumento de las actividades inversionistas, lo que ha permitido a las filiales alcanzar los estándares internacionales de producción", confirma el informe.
El único problema es que al fundar filiales de empresas alemanas en el extranjero disminuye la participación directa de Alemania en las importaciones del país.
Según este informe, las zonas de libre comercio dificultan a las empresas alemanas la participación en los mercados de los países miembros, ya que hay en ellos una tendencia al proteccionismo.
Es así como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) fortaleció la presencia estadounidense tanto en el mercado canadiense como en el mexicano.
Paraguay y Uruguay, miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), han aumentado sus importaciones desde Brasil y Argentina, dejando de lado a los alemanes.
Como una forma de evadir este impedimento, Alemania invierte más en uno de los países miembros, por medio del cual logra entrar al mercado de la zona de libre comercio.
La DIHT vuelve a exigir una mayor participación de la política financiera y económica gubernamental, para estabilizar la posición alemana en el mercado mundial de exportaciones.
"Alemania necesita señales positivas de la política", manifestó Hans Peter Stihl, presidente de la Confederación.
Actualmente se está hablando de la reducción de costos sociales y de impuestos.
El sistema tributario es uno de los factores que según la opinión de los empresarios dificulta la flexibilización y rendimiento de la industria alemana. En este país europeo existen más de 30 tipos diferentes de impuestos.
La federación empresarial está exigiendo no sólo una reforma al impuesto sobre sueldos y salarios, sino también al impuesto al capital industrial y al de bienes.
Este último exige que la empresa pague por el sólo hecho de poseer un bien, ya sea una maquinaria o algún medio de transporte, independientemente de la ganancia. Vale decir, la empresa paga con o sin ganancia.
El traslado al extranjero de gran parte de la producción alemana significa la reducción de personal, y por lo tanto, un aumento de la cuota de desempleo, proceso que Alemania vive hoy.
Los empresarios, debido a los altos impuestos y costos, sobre todo sociales, han adoptado medidas de ajuste, entre ellas el despido masivo de empleados.
El mercado laboral alemán no ha podido absorber el índice de desemplel siglo XXI es lograr una real unión política", subrayó Herzog. (FIN/IPS/mr/jc/if/96