El nuevo gobierno de mayoría conservadora, surgido de las elecciones de mayo, se muestra satisfecho con el resultado de su primera medida de liberalización económica -la venta del pan a precios libres-, pese a que, tres semanas después de adoptada, el pan ha subido 50 por ciento en el mercado.
Los precios y el abastecimiento de pan son un aspecto muy sensible de la vida diaria en Albania, donde se recuerdan aún los motines ocurridos en 1991 a causa de la escasez de alimentos, que dejaron un saldo de más de 40 muertos.
El conservador Partido Democrático del presidente Sali Berisha, quien ha preconizado una política de reformas de mercado desde que llegó al cargo en 1992, controla ahora, tras las elecciones parlamentarias de mayo, 22 de los 25 puestos del gabinete ministerial.
El opositor Partido Socialista criticó la subida de precios, a pesar de que había aceptado la necesidad de liberar los precios.
De su anterior precio fijo, equivalente a unos 40 centavos de dólar, la hogaza de pan subió a 60 centavos, aunque la oposición había pronosticado una subida mucho mayor.
La medida también indujo a los panaderos a no engañar más en el peso y el tamaño de las hogazas, como hacían aprovechándose del precio fijo. El precio del mercado libre ha hecho que los panaderos vuelvan a fabricar las hogazas en la medida correcta.
Esta liberación de precios también ha suprimido, como efecto indirecto, una vieja corrupción que había crecido al amparo del antiguo sistema, cuando el Estado compraba todo el trigo a los productores y lo revendía, más barato, a los panaderos. Algunos de éstos volvían a vendérselo al Estado, a un precio mayor.
La medida gubernamental permite, además, que los comerciantes obtengan las divisas extranjeras necesarias para importar trigo, tal como fue comentado por el ministro sin cartera, Hasan Halili.
"Los consumidores se habrían perjudicado si hubiéramos mantenido el precio controlado. Además se habría impedido el buen desarrollo de la producción de trigo y no se habría estimulado a los comerciantes a importar ese producto", declaró Halili al diario Rilindja Demokratike, próximo al gobierno.
"La libertad de precios resultará en diferentes precios para los diferentes pesos y tipos de pan. El precio promedio será fijado por el mercado", dijo el ministro.
La medida fue acompañada por directivas oficiales en relación con el peso, los tipos y los precios, corriendo los panaderos el riesgo de perder sus licencias si violan esos reglamentos, según Halili.
De acuerdo con estadísticas oficiales, el consumo de pan ha caído en los últimos años, del promedio de 800 gramos por persona en 1990, a los 600 gramos de la actualidad. Los medios de la oposición han divulgado informes de la existencia de largas colas para comprar pan, tanto en el norte como en el sur. (FIN/IPS/tra-en/ms/rj/arl/ip/96