VIETNAM: Gobierno se dispone a aplicar pena capital a la corrupción

Cuando un país pasa de ser una economía centralizada de estilo socialista al libre mercado, ¿qué es lo que se obtiene?… Bueno, entre otras cosas, corrupción.

Como China y otras naciones de Europa Oriental en transición económica, los líderes vietnamitas están preocupados que la corrupción devore los órganos vitales del país.

Teniendo en cuenta el duro tratamiento que aplica Beijing a los transgresores, el Partido Comunista de Vietnam, que acaba de realizar su congreso, está pensando ahora en la pena capital.

«¿Apropiarse de miles de millones de dongs y luego ser castigado con tres años de cárcel?… ¡Quisiera ser un corrupto!», dijo Le Dinh Man, de 66 años, que vive en el quinto distrito de Ciudad Ho Chi Minh (ex Saigón). «Cuando ejecuten a los corruptos la gente quedará satisfecha».

Muchos vietnamitas, afectados por los sobornos que deben pagar cotidianamente, están de acuerdo. También su líder, Do Muoi, quien fue reelecto el domingo por el congreso jefe del partido.

Do Muoi habló sin ambages de la pena capital. «Los funcionarios corruptos serán severamente castigados, incluso fusilados, cualquiera sea su rango», dijo.

En 1995, un total de 104 criminales fueron sentenciados a morir frente a un pelotón de fusilamiento en Vietnam, incluyendo 95 por homicidio, ocho por narcotráfico y uno por violación. Hasta ahora, la pena capital jamás fue aplicada a funcionarios corruptos.

El «Informe Político» adoptado por el congreso demandó «una lucha resuelta y eficaz contra la corrupción en el aparato estatal…», y severos castigos para los implicados.

Los líderes vietnamitas han descripto constantemente las medidas anticorrupción como una prioridad nacional. No obstante, desde el inicio de las reformas de mercado hace 10 años, el único proceso importante sobre corrupción tuvo lugar en febrero de 1994.

El ex ministro de Energía y miembro del comité central del partido, Vu Ngoc Hai, resultó sentenciado a tres años de cárcel por tráfico ilegal de acero importado.

«El pueblo vietnamita todavía no cree en nuestra campaña anticorrupción debido a los leves y dudosos castigos aplicados a los funcionarios involucrados», declaró Nguyen Anh Lien, un funcionario de la comisión de control del comité central.

Con el propósito de prevenir la corrupción, el octavo congreso demandó a 2,2 millones de miembros que se abstengan de intervenir en negocios privados para reforzar la confianza pública en la jerarquía del partido.

El Informe Político pidió estricto control sobre ingresos y bienes de los funcionarios del partido.

«Además, deben ser responsables por sus esposas e hijos involucrados en negocios ilícitos. Los miembros del partido deben evitar mezclarse en actividades económicas privadas de corte capitalista, tanto personalmente como sus familiares», apuntó.

«La justicia social debe ser mantenida. El rápido y extraordinario crecimiento de algunos cuadros del partido y funcionarios públicos no debería ser tolerado», declaró Dao Ngoc Hai, de la provincia meridional de Long An.

La jerarquía del partido sabe que la corrupción no puede ser erradicada solo con exhortaciones. No obstante, considera la campaña anticorrupción como un ejercicio de relaciones públicas.

Mas de tres millones de familias o sea alrededor de 15 millones de vietnamitas siguen viviendo en extremada pobreza. Esto significa que su ingreso mensual es inferior a un equivalente de 20 kilos de arroz para campesinos y 25 entre residentes urbanos.

El gobierno vietnamita, además, está llevando a cabo otra publicitada campaña para la eliminación de la pobreza, lo cual ha ayudado a bajar el número de familias indigentes en el país en un ocho por ciento durante los últimos cuatro años.

El Informe Político demandó «la creación de puestos de trabajo, disminuir sustancialmente el desempleo, erradicar el hambre y seguir aliviando la pobreza».

La pobreza urbana se ve agravada por la desocupación. Según las estadísticas oficiales, hay 2,4 millones de desempleados en Vietnam, siete por ciento de toda la fuerza activa. Alrededor de un tercio de los 24 millones de peones que integran la mano de obra rural se ven afectados por desempleo temporal o estacional, lo cual resulta en un aumento del índice de criminalidad.

El control de las bandas urbanas se ha convertido en una prioridad para el estado, según el viceministro del Interior, general Le The Tiem. La mitad de los crímenes registrados se perpetran en las cuatro principales ciudades del país, Hanoi, Ho Chi Minh, Da Nang y Hai Phong.

En un informe sobre Vietnam, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) previno que la estabilidad en épocas de transición se logra mejor a través de una constante mejoría de las condiciones equitativas sumadas al crecimiento económico.

Señaló que «la cohesion social puede verse amenazada por la creciente insatisfacción, por situaciones inicuas e injustas si la corrupcion no es reprimida y solo ciertos grupos tienen la posibilidad de obtener cuantiosos beneficios inmerecidos». (FIN/IPS/tra-en/sb/kd/ego/ip).

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