El ex presidente socialdemócrata de Venezuela Carlos Andrés Pérez fue despojado hoy de su condición de senador vitalicio, pero de inmediato anunció que buscará una nueva senaduría en las elecciones de 1998.
"Seré candidato a senador por mi estado natal, Táchira (suroeste fronterizo con Colombia), con Acción Democrática (AD) si la militancia vuelve a tomar posesión de su partido, y si no, pues no faltará quien me acompañe", anunció Pérez.
Con 39 votos a favor, cuatro en contra y dos votos salvados, el Senado venezolano decidió declarar la "desinvestidura" de la condición de Pérez como senador, "y en consecuencia su separación como miembro del Senado".
Votaron contra Pérez los senadores de los cinco partidos que se reparten el parlamento, y en su favor algunos independientes o militantes de AD que reivindicaron un "voto de conciencia" pues consideraron error jurídico la desinvestidura.
"Esta es una medida de adecentamiento de la función pública, porque Pérez fue condenado por un delito", dijo el presidente del Congreso, Cristóbal Fernández, del Movimiento al Socialismo, soporte del gobierno de Rafael Caldera, rival histórico de Pérez.
El ex mandatario, quien siguió el debate por televisión desde su casa en las afueras de Caracas, donde cumple una sentencia de arresto, dijo que la decisión de los senadores "es parte del implacable linchamiento político" a que se lo ha "sometido".
Pérez fue apartado de la presidencia en 1993 para ser juzgado por presunta corrupción, y la Corte Suprema de Justicia le procesó durante dos años (1994-1996) bajo cargos de malversación (desvío) y peculado (aporpiación) de 17 millones de dólares de una partida de gastos secretos.
Al final, hace dos meses, Pérez fue absuelto de peculado, que cometió según la acusación entregando dinero a un programa de cooperación policial con Nicaragua, y condenado por malversación, es decir por desviar irregularmente los recursos entre distintos ministerios a su cargo, cuando gobernó en 1989-1993.
La sentencia fue de dos años y cuatro meses de arresto, pues los mayores de 70 años -Pérez cuenta 73- no pueden ir a prisión, y el ex mandatario saldrá en libertad el 18 de septiembre.
Pérez quedó en pleno uso de sus derechos políticos, pero AD, el partido del que fue dirigente durante medio siglo, lo excluyó de sus filas, a instancias del popularmente llamado "caudillo" o "amo del aparato", el secretario general Luis Alfaro.
El portavoz de AD en el Senado este miércoles, Humberto Celli, constante adversario de Pérez, dijo que al favorecer la desinvestidura "el partido no dirime problemas internos sino que vota sobre consideraciones exclusivamente jurídicas'.
En Venezuela, los ex presidentes elegidos democráticamente son miembros del Senado por derecho propio, acuñándose la expresión de "senadores vitalicios". Pérez lo fue desde que en 1979 culminó su primera presidencia.
Pero la norma constitucional previó incorporar los ex presidentes al Senado "a menos que hayan sido condenados por delitos cometidos en el desempeño de sus funciones".
Paralelo al debate político por la "desinvestidura", corrió uno jurídico acerca de si Pérez podía perder un derecho que había ganado desde su primera presidencia, pues el delito por el que la Corte lo encontró culpable ocurrió en su segundo mandato.
Pérez, luego que recibió la sentencia el 30 de mayo, dijo a corresponsales extranjeros que no le "interesa formar parte de este Senado", aunque reivindicó su condición de senador vitalicio y este miércoles dijo que estudiará con sus abogados apelar la desinvestidura ante la Corte Suprema.
"Yo lo que quiero es ir a la calle, a seguir la actividad de toda mi vida, que es la política", dijo Pérez en junio, cuando anunció que al salir libre recorrerá el país, comenzando por el Táchira y el pueblo donde nació, Rubio.
Entre sus objetivos está "rescatar AD de la dirección que mantiene secuestrado el partido" para "devolvérselo a las bases", pero no para buscar una tercera presidencia, pues la Constitución sólo se lo permitiría el año 2003, cuando su edad sería ya de 81 años.
Los analistas concuerdan en que Pérez impulsará corrientes renovadoras en AD y en la periferia del partido, posiblemente con apoyo a quien se ha visto como su "delfín" y fue candidato presidencial del partido en 1993, Claudio Fermín.
La novedad de este miércoles no fue la desinvestidura, que el propio Pérez llamó "crónica de una decisión anunciada", sino su anuncio de que se prepara para medir su respaldo popular "y demostrar la injusticia que se ha cometido", con una nueva candidatura para ser senador por su estado natal. (FIN/IPS/hm/dg/ip/96
