Con un préstamo de 200 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF) se creará dentro de un mes en Venezuela un fondo para la recuperación del sistema financiero, que en 1994 vivió la peor crisis de su historia.
La CAF desembolsará un tramo de 100 millones de dólares en 30 días "y está muy satisfecha de ser el primer organismo multilateral que en forma clara se vincula a la Agenda Venezuela", dijo su presidente, el boliviano Enrique García.
"Por su monto y orientación, pues no va a un programa específico sino que respalda todo un plan macroeconómico, es una manifestación de confianza en la recuperación del país", declaró por su parte el ministro de Hacienda, Luis Matos.
La "Agenda Venezuela" contiene el programa de ajustes macroeconómicos que el presidente Rafael Caldera lanzó en abril, bajo el paraguas del Fondo Monetario Internacional (FMI), para buscar abatir la inflación enjugando el déficit fiscal, así como reanimar la economía a partir de 1997.
El FMI insistió en recuperar el sistema financiero, después que e 1994 quebraron 17 bancos y 60 por ciento de los activos del sector fueron a manos del Estado, que en el financiamiento de esa crisis gastó más de 7.000 millones de dólares, 16 por ciento del Producto Interno Bruto.
La banca venezolana acusa todavía señales de debilidad, con bajos índices de intermediación financiera y altas sumas comprometidas en valores públicos, así como pesadez y lentitud en la reprivatización de los bancos estatizados en 1994.
El respaldo financiero del FMI a la "agenda" será de 1.400 millones de dólares, dinero exigible en un año para apuntalar reservas, en tanto para otros programas ofreció aval para que Caracas busque recursos en diversas fuentes internacionales.
Uno de esos programas, capitalización y consolidación del sistema financiero, apelará a un fondo de unos 1.100 millones de dólares, nutrido con recursos del Estado, de la CAF, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Matos explicó que los recursos del nuevo fondo se usarán en créditos a institutos bancarios que acometan programas de reposición de capital, y en apuntalar y modernizar la superintendencia de bancos y otros organismos de control.
"No se prestará para rescate de carteras malas, ni para auxilios (una fórmula de ayuda genérica con la que el Estado perdió miles de millones de dólares en 1994), sino para acompañar a los accionistas que hagan un esfuerzo muy serio de capitalización", dijo.
Rafael MacQuhae, coordinador del proyecto, indicó que "se trata de una aceleración de la recuperación patrimonial, pero el dinero para ese fin en definitiva saldrá del bolsillo de los accionistas. El fondo sólo ayudará con sus préstamos".
El director de un prestigioso banco comercial, consultado por IPS y quien prefirió el anonimato, destacó que "es bienvenido cuanto se haga por el fortalecimiento del sistema, y de la base de su fortaleza crediticia y capacidad de competencia con la banca internacional, que es el patrimonio".
"Pueden originarse problemas en bancos con clientela sensible a rumores y que acudan al fondo para recapitalizarse, lo que lleva a plantear que speramos la instrumentación de este nuevo fondo anunciado por el gobierno', agregó el banquero.
Recordó que "otros sistemas financieros de la región, como los de Argentina, Chile y México, han mostrado buenos resultados de las experiencias de organismos como ese fondo que dieron créditos para patrimonio o para compra de carteras demoradas con obligación de recompra por el banco ayudado".
Matos dijo que la instrumentación del nuevo programa se hará en las próximas semanas, mientras se cumplen trámites jurídicos para acceder al primer desembolso de la CAF y se gestionan aportes del BID y el Banco Mundial.
García precisó que el crédito será de seis años, con uno de gracia, y a un interés a la tasa Libor (interbancaria de Londres) más 2/45.
Este fue uno de los 10 créditos para diversos programas de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, por un total de 460 millones de dólares, aprobados este lunes por la CAF, que además de esos países comprende a Bolivia y tiene como socios no-andinos a Brasil, Chile, México y Trinidad-Tobago. (FIN/IPS/hm/dg/if/96
