UGANDA-SUDAN: Grupos humanitarios abandonan campos de refugiados

Tres organizaciones humanitarias internacionales debieron retirarse de campos de refugiados sudaneses en el noroeste de Uganda tras una serie de atentados perpetrados por opositores al gobierno de Yoweri Museveni.

El Comité Internacional de la Cruz Roja y el Servicio Jesuita de Refugiados (JRS) abandonaron tres campos alrededor de Koboko, un poblado ubicado a unos 600 kilómetros de Kampala, la capital de Uganda.

Antes, la organización no gubernamental británica OXFAM se había visto obligada a retirarse de un campo de refugiados al sur de esa localidad.

La Cruz Roja estimó que su retiro se prolongará "en el futuro previsible".

"Unos 35.000 habitantes de los campos huyeron a Koboko a causa de la escalada de violencia. En el poblado se instaló un pequeño equipo de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de Uganda, que trabajan sobre las necesidades más apremiantes", según un informe al que tuvo acceso IPS.

El documento agrega que un funcionario de la Cruz Roja, Amin Booyi Andawa, fue asesinado durante un ataque de los rebeldes del Frente del Margen Occidental del Nilo (WNBF) hace dos semanas. Sacudidos por el incidente y por numerosos saqueos la JRS abandonó el campo de refugiados.

El WNBF está dominado por pueblos que habitan la ribera occidental del río Nilo (madis, lubgaras, aringas y nubios) e integraron el ejército del derrocado dictador de Uganda Idi Amín Dada. El líder del Grupo, coronel Juma Oris, fue un alto funcionario del régimen de Amín.

Después de la caída de Amín en 1979, muchos de sus hombres fuertes huyeron a países vecinos, especialmente Sudán y Zaire, desde donde ingresaron luego clandestinamente a territorio de Uganda en varias ocasiones.

Un contingente de 300 combatientes del WNBF irrumpió en el norte de Uganda desde el sur de Sudán en mayo y atacó un cuartel del ejército en Koboko, destruyeron con explosivos un puente sobre el Nilo y emboscaron un camión de la Cruz Roja.

Un combatiente de un segundo grupo rebelde que opera en el norte de Uganda, el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que lidera el ex herborista Joseph Kony, dijo a IPS que tanto su organización como el WNBF estaban coordinando sus acciones contra el gobierno de Uganda.

El LRA comenzó su lucha contra el oficialista Movimiento Nacional de Resistencia (NRM) que conduce Museveni poco después de la derrota en 1987 de una rebelión desarrollada por el Movimiento del Espíritu Santo, al que lideraba Alice Lakwena, prima de Kony.

Kampala acusa a Sudán de brindar albergue a las tropas del LRA entre incursión e incursión a territorio ugandés.

La etnia predominante en este grupo rebelde es la acholi, que habita en la zona fronteriza entre Uganda y Sudán. Su meta es instaurar en Uganda un régimen político basado en los diez mandamientos bíblicos.

Jartum afirma que Uganda respalda al Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA), que atacó en la década del 80 los campos de refugiados ugandeses en territorio sudanés.

Quienes ahora sufren la inseguridad en el noroeste de Uganda son los miles de sudaneses que huyeron de su país hace ahora 13 años.

Estos ataques afectaron las actividades de la Cruz Roja, la JRS y de OXFAM, grupo que fue el principal entrelos que prestaron asistencia en la ribera occidental del Nilo, pues brindaba alimento a unos 60.000 refugiados sudaneses.

En abril, los rebeldes del WNBF emboscaron a siete vehículos pertenecientes a OXFAM y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y saquearon alimentos y utensilios de ambas agencias.

A mediados de junio, nueve policías que custodiaban un campo de refugiados sudaneses en Ikafe, cerca de Arua, fueron sobrepasados por los rebeldes que irrumpieron y saquearon el lugar. Después de este incidente, OXFAM se retiró del norte de Uganda.

Aunque el gobierno de Uganda ofreció una amnistía a los integrantes del WNBF, no existen señales de que la inseguridad en la región concluya pronto. Museveni dijo recientemente que si el grupo abandona las armas serían bienvenidos, pues, al contrario que el LRA, no cometieron atrocidades contra civiles.

Un refugiado sudanés que reclamó reserva sobre su identidad dijo a IPS en Nairobi que esperaban nuevos ataques del WNBF contra campos de refugiados en Uganda.

"Creo que quieren castigar al SPLA por sus ataques a los campos de refugiados en la década pasada. Muchos de los combatientes del WNBF estaban entonces en los campos de Sudán y no olvidan esos hechos", explicó. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/mj/ip pr/96

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