Un jurado británico absolvió a tres mujeres que irrumpieron en una fábrica de aviones para causar graves daños a un caza "Hawk" destinado a la fuerza aérea de Indonesia y supuestamente al combate contra los rebeldes de Timor Oriental.
El jurado del tribunal de Liverpool aceptó el alegato de las responsables del hecho, integrantes del grupo pacifista Rejas de Arado, quienes defendieron su acto como medio de impedir el bombardeo de comunidades de la ex colonia portuguesa de Timor Oriental.
El hecho fue cometido en enero por Joanna Wilson, Lotta Kronlid y Andrea Needham, quienes provocaron daños por 2,25 millones de dólares en una factoría de la empresa British Aerospace situada en Warton, localidad del noroeste de Inglaterra.
Las tres activistas rompieron las pantallas de alta tecnología en la cabina del avión de combate y horadaron el fuselaje. Ellas mismas se filmaron mientras cubrían el "Hawk" de carteles de protesta.
Por último, llamaron a la policía y entonaron canciones de paz mientras aguardaban la llegada de los agentes que las detendrían.
Una vez ante el tribunal, se declararon inocentes de la acusación de daño doloso, argumentando que con su intervención evitaron un crimen, el bombardeo de Timor Oriental, un territorio ubicado entre Indonesia y Australia.
La defensa citó los juicios de Nuremberg, organizados después de la segunda guerra mundial para juzgar a los criminales de guerra nazis, y legislación británica contra el genocidio y contra la ayuda e instigación al asesinato.
Por último, afirmaron haber empleado fuerza razonable para evitar un delito, como prevé la ley para los casos de defensa propia o asistencia a un tercero agredido.
El vídeo filmado, que fue exhibido ante el jurado, muestra también el momento en que Wilson, Kronlid y Needham firman una declaración para asegurar que su propósito fue "evitar el genocidio en un país donde un tercio de la población fue asesinada".
Miles de residentes del norte de Inglaterra firmaron peticiones a favor de las tres activistas, durante los dos meses de proceso judicial, y realizaron varias protestas a las puertas del tribunal. Mientras, dirigentes de las principales denominaciones cristianas británicas denunciaron la venta de armas a Indonesia.
La defensa recurrió al testimonio de José Ramos Horta, exiliado líder de la resistencia timorense. Horta informó al tribunal que la población de Timor Oriental "teme el suministro" de aviones de combate a la fuerza aérea de Indonesia.
El avión dañado debía incorporarse al escuadrón Bandung, una unidad contrainsurgente, aseguró durante el juicio Paul Rogers, profesor de estudios para la paz de la Universidad de Bradford. Pero British Aerospace y el gobierno británico afirman que la fuerza aérea indonesia sólo usa los "Hawk" para entrenamiento.
British Aerospace logró que la corte prohibiera a las integrantes del grupo Rejas de Arado acercarse a sus instalaciones. El nombre de la asociación procede del proverbio bíblico que pide convertir "las espadas en rejas de arado".
Indonesia ocupó Timor Oriental en 1975, cuando ese territorio se independizaba de Portugal, y la represión descargada costó la vida a 200.000 timorenses.
Aditi Sharma, de Movimiento Mundial de Desarrollo (WDM), que ha organizado movilizaciones contra la exportación de armas británicas a regiones en conflicto, consideró "una victoria" el veredicto de Liverpool.
Sharma también admitió su sorpresa ante el fallo absolutorio, pues en su opinión, la decisión del jurado podría tener impacto en toda la industria de armas.
Con apoyo de miembros de los parlamentos británico y europeo, el WDM solicita la adopción de un código de conducta en la Unión Europea para poner fin a la venta de armamento a regímenes represivos y regiones en guerra.
Según el WDM, 30 por ciento de los créditos a las exportaciones son utilizados en Gran Bretaña para financiar la venta de armas, que suma 2.650 millones de dólares, aunque sólo representa 1,7 por ciento del total de ingresos por bienes y servicios colocados en el exterior.
Así mismo, cada uno de los 80.000 empleos que dependen de la exportación de armas recibe anualmente un subsidio del gobierno por 7.300 dólares, informó la misma organización. (FIN/IPS/tra- en/mom/rj/ff/hd/96