TAILANDIA: Extranjero en su tierra

Yang Long nació en Tailandia y vivió en el norte del país la mayor parte de sus 23 años, pero no está reconocido oficialmente como ciudadano tailandés.

"Obtuve una beca para estudiar en Taiwan y posteriormente descubrí que no podía ir porque no tenía la ciudadanía tailandesa y por lo tanto no obtendría el pasaporte", explicó.

Yang es uno de los miles de nativos montañeses que han sido marginados por el gobierno sólo porque nacieron en el lugar y el momento equivocado.

Para todos los fines y propósitos, Yang es un ciudadano modelo. Se graduó en el único instituto chino de su localidad natal y sólo no continuó los estudios porque se le negó la posibilidad de aprovechar la beca.

El año pasado viajó a Bangkok en busca de trabajo, y debido a que habla tailandés, mandarín, un poco de inglés y el dialecto de su tribu muser, tuvo pocas dificultades para obtener un empleo en un mercado dependiente de la inversión extranjera y el turismo.

Yang se viste cada día de chaqueta y corbata para concurrir a su trabajo en una casa de cambio de moneda, donde gana suficiente dinero para mantener a su familia.

Es natural de Huay Pueng, una de las numerosas y pequeñas aldeas de un área conocida como "Doi Mae Salong", cerca de la provincia de Chiang Rai, fronteriza con Birmania. Etnica y culturalmente muy rica, la zona alberga a chinos, birmanos y comunidades montañesas nativas como los hmong, lisu y muser.

Esta mezcla étnica tuvo origen en 1949, cuando las fuerzas comunistas ganaron China y expulsaron a la unidad 93 del ejército del partido nacionalista Kuomintang (KMT) hacia el norte de Birmania. Para el fin de la guerra, en 1956, el KMT había sido desplazado hacia el norte de Tailandia.

Los años de la guerra fría vieron llegar refugiados al área incesantemente, y para aliviar la tensión el gobierno tailandés alcanzó un acuerdo con las antiguas unidades del KMT por el cual les otorgó tierras, ayuda económica y militar para aplastar una insurgencia comunista entre las tribus montañesas.

Diversos regímenes militares, siempre atentos ante la amenaza comunista, adoptaron una línea dura contra los grupos étnicos minoritarios del norte que sólo comenzó a modificarse recientemente.

El Ministerio del Interior informó que ha otorgado la ciudadanía tailandesa a más de 190.000 integrantes de minorías étnicas, pero aun si las estadísticas oficiales fueran correctas, habría más de 10.000 nativos montañeses excluidos.

El gobierno otorga el derecho a la ciudadanía sólo a aquellas personas que pueden probar haber nacido en el país o ser hijos de tailandeses.

El problema de Yang se debe a que, en los últimos años de veloz crecimiento económico, el gobierno ha sido bombardeado por miles de solicitudes de residencia o ciudadanía legal de inmigrantes de la región, particularmente chinos.

Para hacer frente al problema, el Ministerio del Interior resolvió que los solicitantes deben presentar certificado de nacimiento -algo desconocido para las tribus montañesas- o al menos diez testigos.

Aparentemente, las numerosas solicitudes de Yang están perdidas bajo una pila de papeles en las oficinas del Ministerio.

"He presentado la solicitud de ciudadanía cada año desde que tenía 16, pero aún no he recibido una respuesta", manifestó. Sin embargo, "lo seguiré haciendo todos los años porque no tengo otra opción", aseguró Yang. (FIN/IPS/tra-en/pd/cpg/ml/pr/96

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