El presidente de Sudan y su ministro de Finanzas parecen estar en rumbo de colisión debido a una promesa de aumentos salariales a los empleados del gobierno.
El presidente Omar Hassan al Bashir ordenó durante el fin de semana al Ministerio de Finanzas y Planificación Económica aumentar los salarios de los empleados gubernamentales de ocho dólares por mes a 35. Los sueldos actuales oscilan entre cuatro y ocho dólares.
Sin embargo, el ministro de Finanzas, Abdel Wahab Osman, declaró que el gobierno no podía pagar ese aumento en el año financiero corriente, especialmente debido al peso de 13 años de guerra civil en el sur del país.
El gobierno sudanés, en su momento, informó que la guerra civil costaba en torno al millón de dólares diarios.
En una reunión con miembros de la Unión de Trabajadores Federados (WFU), el presidente al Bashir prometió pagar el aumento y dijo tambien que su gobierno reconsiderará un reciente anuncio sobre un incremento del 100 por ciento del precio de combustibles.
Wahab Osman pidió al mandatario que reconsidere su posición. Los empleados del gobierno creen que si bien el presidente Al Bashir está de su parte, al finalizar la jornada el Ministerio de Finanzas y Planificación Económica tendrá la última palabra.
"El presidente carece de poder para controlar a sus ministros", dijo a IPS un miembro del sindicato de trabajadores, y señaló que Wahad Osman había rechazado inmediatamente los aumentos.
Los trabajadores en esta nación de Africa Oriental han sufrido el impacto de los aumentos de precios y las políticas económicas destinadas a obtener fondos para seguir combatiendo a los rebeldes en el Sur.
Los precios de los alimentos, la vivienda y los servicios básicos han subido constantemente, mientras los salarios permanecieron más o menos estables, apuntaron dirigentes del WFU. Por ejemplo, las casas, en áreas de bajos alquileres oscilan en 29 dólares mensuales cuando un trabajador común solo gana ocho dólares por mes.
"Todas las políticas económicas puestas en marcha por este gobierno no tienen en cuenta la situación de los trabajadores, que son la clase social más pobre", dijo Taj El Sir Abdoun, lider de los 700.000 afiliados de la WFU, que agrupa a empleados públicos.
El dirigente agregó que si el gobierno daba marcha atrás sobre la propuesta de aumentos salariales, el sindicato considerará medidas de fuerza, si bien no especificó cuales serían.
"El presidente parece estar buscando nuestra cooperación y ha instruído a los funcionarios para que consideren (pagar) los aumentos. Si esto es rechazado, entonces el balón estará de nuestro lado y podremos actuar", expresó Abdoun.
"Si continúan estas malas condiciones de vida, los dirigentes de mi federación no lo van a tolerar y tomarán todo el problema en sus manos. Creo que algunos funcionarios de nuestro gobierno están trabajando para crear un estado de inestabilidad", advirtió.
Instó al ministro de Finanzas a poner en marcha lo que fue acordado con el presidente al Bashir, y solicitó a los trabajadores no aceptar sus sueldos de julio hasta que se otorguen los aumentos.
La WFU denunció que el ejecutivo gasta millones de dólares para soportar su mastodóntica estructura en la cúpula, la cual incluye 190 ministros de estado, 30 ministros federales y 36 gobernadores estatales. El sindicato afirmó que esos funcionarios costaban al erario público alrededor de 104 millones de dólares mensuales.
El mes pasado, la WFU obligó al gobierno a cesar de importar autos, a un costo de 167 millones de dólares, para funcionarios estatales, gobernadores y altos miembros de la policía.
El sindicato amenazó que sus miembros podían dejar de trabajar durante un mes y, debido a que en ese momento los estudiantes universitarios tambien estaban convocando demostraciones, el gobierno retrocedió y canalizó los fondos para construir caminos.
Según el WFU, los autos estaban parcialmente financiados por los ingresos de una de las principales cosechas del país. el algodón. En el período 1993-1994, el valor de las exportaciones de algodón fue estimado en 95,9 millones de dólares, lo cual representó cerca del 20 por ciento del valor total de las exportaciones sudanesas.
El parlamento sudanés probablemente se alineará en contra de los trabajadores porque el mes pasado el WFU amenazó con ir a la huelga si los legisladores se aumentaban los sueldos.
Miembros del parlamento habían pedido que sus dietas fueran aumentadas de 30 dólares por mes a 233 dólares.
"Si el gobierno no tiene cuidado, esta discusión sobre sueldos podría iniciar una sublevación e incluso un golpe", declaró aquí un observador. (FIN/IPS/tra-en/nb/pm/ego/if).
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