Cuando Sulieman Bakeit volvió el jueves a su casa encontró que la electricidad había sido cortada pero no protestó, según dijo. Al contrario, afirmó que agradecía al estado haber adoptado la decisión en el momento justo.
"Hablando francamente, soy miembro de la oposición y mi partido nos ha pedido que no paguemos ningún servicio a este gobierno", explicó Suleiman Bakeit.
"En el partido decidimos oponernos a la política oficial de recolectar fondos para financiar la guerra en el Sur", añadió. "Ahora le decimos (al ejecutivo) que tome sus líneas telefónicas, electricidad, agua e incluso escuelas. No podemos pagar nada que lo mantenga en el poder".
Suleiman se refirió a una campaña de desobediencia cívica lanzada por los partidos políticos opositores que en Sudán pasaron a la clandestinidad luego que el general Omar Al Bashir los prohibió cuando se encaramó en el poder en 1989.
La campaña siguió a una decisión del gobierno de reducir los subsidios a la harina de trigo, combustibles y electricidad, anunciada esta semana en el parlamento por el ministro de Finanzas Abdel Wahab Osman.
Los precios de los combustibles aumentaran en 71,4 por ciento, mientras una alicuota de 16,50 dólares mensuales se impondrá a la boleta de electricidad, reemplazando la tarifa basada en el consumo.
Hasta ahora, los costos de electricidad habían sido calculados en tres centavos de dólar por los primeros 75 kilovatios y seis centavos por cada 125 kilovatios por encima de esa cantidad.
Osman dijo al parlamento que la medida estaba destinada a aliviar el déficit del presupuesto por 65 millones de dólares, originado sobre todo en los subsidios.
"Si seguimos proporcionando esos subsidios nos extralimitaremos en el monto permisible de préstamos del Banco Central y, en consecuencia, el gobierno no podrá pagar los sueldos a los empleados públicos ni financiar la guerra en el Sur", dijo.
El anuncio provocó un acalorado debate en la Asamblea Nacional. El parlamentario Isam Ahmed El Beshir señaló que el aumento de los combustibles causará más padecimientos y la guerra no debería ser pagada a expensas de las condiciones de vida.
"Si tenemos un problema económico, entonces ¿cómo es posible que los ministros, gobernadores y comisionados usen autos importados por un valor de 167 millones de dólares?", demandó Isam, agregando que el ministro debería ser exonerado del cargo.
Su declaración provocó una tajante respuesta del titular de la Asamblea Nacional, Hassan Abdalla Al Turabi, que encabeza el Frente Nacional Islámico (NIF) y lo consideran el poder detrás del trono.
"Esto es una interferencia en los poderes del ejecutivo. No podemos remover un ministro que tiene un puesto gubernamental. Somos miembros de la asamblea…", dijo Turabi, quien ordenó a los parlamentarios que cesaran de referirse a las condiciones de vida.
Sin embargo, el anuncio de Osman que parte del dinero generado será usado para financiar la guerra contra los rebeldes en el sur de Sudán llevó a los líderes opositores, muchos en el exilio, a pedir a sus correligionarios que no paguen servicios tales como electricidad, agua, educación y salud.
El llamado fue difundido por estudiantes de las universidades de Jartum y El Nilien que, en demostraciones realizadas el miércoles y jueves, instaron a los partidarios de la oposición a no pagar los servicios hasta que caiga el gobierno.
Los estudiantes pidieron a toda la población que se sumara a las demostraciones, las cuales tambien estuvieron vinculadas a una declaración de Al bashir la semana pasada, en el sentido que no habrá retorno al sistema multipartidario.
Funcionarios del sindicato de estudiantes afirmaron que algunos de sus colegas fueron arrestados pero la policía negó la denuncia.
Un vocero del gobierno afirmo que las manifestaciones fueron organizadas por la Alianza Nacional, con base en El Cairo, que agrupa políticos en el exilio. El funcionario del Ministerio de Información, tambien acusó a "potencias extranjeras" de alentar a la oposicion y provocar la inestabilidad del país.
"Algunos elementos foráneos están detrás de esta crisis", expresó, afirmando que "los grupos opositores no son capaces de organizar ningun frente sólido contra el gobierno simplemente porque perdieron su base y están aislados de la gente". (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/ego/ip).
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