SALUD: Procuran abaratar tratamiento a hijos de madres con VIH

Científicos de todo el mundo investigan métodos baratos para reducir el riesgo de transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de mujeres portadoras a sus hijos durante y después del embarazo.

El tratamiento en base a drogas que se aplica en estos casos, como en los de enfermos adultos, está, pro su costo, mucho más allá de las posibilidades de las familias del mundo en desarrollo, duramente golpeado por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

El Programa de Naciones Unidas sobre VIH/Sida (UNAIDS) estimó que 90 por ciento de la transmisión del virus de madre a hijo ocurre durante la gestación y el parto. La agencia coordina las investigaciones en procura de nuevas terapias que conviertan los tratamientos en accesibles aun a los más pobres.

Desde el descubrimiento del virus hace 15 años, unos tres millones de niños recibió el VIH de sus madres, la mayoría de ellos en Africa subsahariana, la región más pobre del mundo.

La transmisión del virus a recién nacidos se agrava por el hecho de que muchas madres ignoran que ellas mismas son portadoras del agente infeccioso que, según los científicos, produce el sida.

En los países en desarrollo, además, muchas madres tienen acceso reducido o nulo a servicios de cuidado prenatal, y muchos alumbramientos son conducidos por parteras que no tienen entrenamiento en materia de detección del VIH.

Aun si las madres pueden visitar clínicas antes y después del parto, los costos de la prueba que detecta anticuerpos del virus en la sangre son prohibitivos.

Investigaciones desarrolladas en Estados Unidos y Francia demuestran que la transmisión del VIH de madre a hijo puede reducirse mediante el uso de determinadas drogas, entre ellas la zidovudina, conocida popularmente como AZT.

Un régimen para las embarazadas que incluya la ingesta de AZT durante la gestación y hasta seis semanas después del nacimiento reduce el riesgo de transmisión de VIH en cerca de 70 por ciento, pero esa terapia tiene un costo de miles de dólares y es poco accesible para habitantes de países en desarrollo.

El médico canadiense Josef Decosas dijo que "si el tratamiento del sida constara de un vaso de agua limpia, la mayoría de los enfermos en el mundo pobre no podría controlarlo porque no tienen acceso a servicios de potabilización".

Decosas asiste en Vancouver a la 11 Conferencia Internacional sobre Sida, donde científicos y expertos en salud de todo el mundo discuten cómo frenar el avance del síndrome en el planeta.

Una de las cuestiones en debate es la posibilidad de transmisión del VIH a través de la leche materna o, visto de otro modo, si es recomendable que las madres portadoras alimenten a sus hijos con fórmulas especiales.

UNAIDS procura aplicar en el mundo en desarrollo los resultados de las investigaciones ya realizadas en países industrializarlos, con la finalidad de reducir los costos de tratamiento.

Una investigación coordinada por la agencia supervisará los resultados de tres regímenes diferentes para madres que amamantan a sus bebés, y abarcará a 1.900 hijos de portadoras de VIH en Sudáfrica, Tanzania y Uganda.

El estudio insumirá tres años y costará cuatro millones de dólares. El especialista de UNAIDS Joseph Saba dijo que una de las finalidades de la investigación es establecer los factores de riesgo del amamantamiento.

"Este estudio será beneficioso para todo el mundo y no solo para los países donde se desarrolla", dijo el secretario general de UNAIDS, Peter Piot.

El sondeo cuenta con el patrocinio del Centro de Epidemiología en VIH e Investigación Clínica de Australia, el Centro de Evaluación de Terapias de Sida de Holanda, el Instituto de Enfermedades Infecciosas de Suecia y el Instituto Superior de Salud de Italia. (FIN/IPS/tra-en/yjc/cpg/mj/he pr/96

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