Expertos del Programa de Naciones Unidas sobre VIH y Sida (UNAIDS) dijeron hoy que el mundo en desarrollo aún no superó la "fase de negación" respecto del mal, pues considera que solo las sociedades opulentas o Africa lo sufren.
Altos funcionarios de UNAIDS reclamaron en una conferencia de prensa preparatoria del Día Mundial de la Población, que se celebrará este jueves, cooperación entre el Norte y el Sur y responsabilidad por parte de los países en desarrollo para mejorar la condición de la mujer.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, unos 21 millones de personas en todo el mundo son portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o han desarrollado el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), 90 por ciento de las cuales viven en países en desarrollo.
Muchos de esas naciones aún no superaron lo que los expertos denominan "fase de negación", pues consideran el VIH y el sida como un problema de sociedades prósperas a las que se suma Africa.
Mientras tanto, los países de Africa subsahariana y el Caribe sufren las más altas tasas nacionales de casos de VIH registrados en adultos, y el epicentro de la pandemia se está trasladando hacia Asia, afirman los especialistas.
Parece poco probable que los tratamientos con drogas caras sean disponibles en países en desarrollo en breve. Por ejemplo, las terapias de tres drogas, que implican la ingesta de 20 píldoras diarias, cuestan entre 13.000 y 18.000 dólares al año.
Michael Adler, del Fondo Nacional de Sida de Gran Bretaña, dijo que el uso de drogas profilácticas durante el embarazo reduce significativamente el riesgo de transmisión de VIH de la madre al feto.
Drogas como el AZT pueden reducir ese riesgo de 30 por ciento a ocho por ciento. Sin embargo, Adler afirmó que esos tratamientos "no son una solución" si no se acompañan de medidas de tipo social.
"La pregunta clave en la Conferencia Internacional sobre Sida que se está celebrando en Vancouver ahora es quién podrá obtener esas drogas y quién las pagará. ¿El mundo industrializado debe ayudar a que sean disponibles para los países en desarrollo?", se preguntó Helen Epstein, experta de Londres.
La atención que prestan ahora los países industrializados en el VIH y el sida ayudó indirectamente en el ataque a los problemas de salud reproductiva en el mundo, según los especialistas.
"Mueren más mujeres en la gestación y el parto que de sida", dijo Pramilla Senanayake, prosecretaria general asistente de la Federación Internacional de Paternidad Planificada.
"Se presta atención al problema del sida porque aquellos que mueren son hombres, estrellas de la canción o hijos de presidentes. Fue positivo en algún sentido, pues en los últimos años la crisis del sida hizo que se preste atención a la salud reproductiva", explicó Senanayake.
La experta advirtió que los países en desarrollo deben dejar de considerar el sida o el VIH problemas de países ricos o de Africa. India y China, dijo, todavía están atravesando la "fase de negación".
Mientras tanto, el aporte financiero de los países ricos para el combate contra el sida en las naciones pobres se redujo sustancialmente, aunque la mayor parte del dinero que se emplea en el mundo en desarrollo para frenar el VIH procede del mundo industrializado.
Todo lo relacionado con el sida y el VIH en el Sur es concebido en el Norte como un problema de comportamiento social, si bien la cuestión clave es la falta de poder de decisión por parte de la población femenina en lo que atañe al sexo y la salud reproductiva, acotaron los expertos.
Además, los gobiernos del Norte consideran que los gastos relativos al cuidado de quienes sufren sida tendrán menos resultados que los efectuados para aliviar enfermedades curables como cáncer o las que afectan al corazón. (FIN/IPS/tra- en/dds/rj/mj/he/96