RUSIA: Guerra en Chechenia golpea las puertas de Moscú

Menos de una semana despues de su triunfo, la principal promesa de Boris Yeltsin durante la campaña presidencial se hizo añicos. La guerra no solamente continúa en la separatista Chechenia, sino tambien golpea las puertas de Moscú.

Una segunda bomba detonada en los últimos dos días volvió a sacudir este viernes el sistema de transporte público moscovita.

Alrededor de 20 personas resultaron heridas, ocho gravemente, en el último atentado que se considera la respuesta chechena al reinicio de las operaciones militares rusas en gran escala en la disputada república.

La reanudación de las hostilidades a comienzos de esta semana, cuando las tropas federales atacaron las aldeas chechenas de Gekhi y Makhety, es otra vuelta de tuerca en el conflicto que ya dura 19 meses y ha causado 30.000 muertos.

La lucha está matizada con áspera retórica, porque ambos bandos se acusan de violaciones del acuerdo de paz firmado hace seis semanas por Yeltsin y el líder checheno Zelimkhan Yandarbiyev, basado en torno al cese del fuego y el intercambio de prisioneros.

Esta es la segunda tregua que se rompe en Chechenia en los últimos ocho meses, pero si bien en diciembre fue violada por los separatistas que montaron un ataque sorpresivo contra la población de Gudermes, esta vez la iniciativa correspondió al Kremlin.

Cinco días despues de conocerse los resultados finales de las elecciones presidenciales, Moscú desconoció su pacto anterior al comicio con los separatistas.

El jefe militar ruso en Chechenia, teniente general Vyacheslav Tijomirov, dió a los secesionistas 24 horas para liberar a todos sus prisioneros, una demanda seguida por una ofensiva general contra las aldeas de Gheki, cercana a Grozni, y Makhety, en el sur, pocas horas antes que venciera el ultimatum.

Las fuerzas federales desplegaron nuevamente artillería pesada y cazabombarderos tras seis semanas de tregua, causando severas pérdidas de vida y destrucción. En un principio, las tropas dijeron que estaban entrando a Gheki para "controlar los documentos de identificación de los aldeanos".

Al menos hubo 20 muertos y 45 heridos en la operación, y la mitad de las casas de la aldea fueron reducidas a escombros, declaró el responsable de la administración local, Vakha Eldharkhanov, a la agencia de noticias Itar-Tass.

Los combates continúan en torno a Makhety donde, a estar de los comunicados de las tropas federales, Yandarbiyev mantiene un cuartel general. En el probable intento de capturar al jefe secesionista, hasta ahora perecieron 10 soldados rusos junto con un número impreciso de milicianos chechenos, admitieron fuentes del Ministerio del Interior.

El jefe de las fuerzas chechenas, Aslan Maskhadov, quien tambien encabeza el llamado Estado Mayor Conjunto de Resistencia, declaró esta semana al periódico Moscow News que no creía en los deseos de paz formulados por Moscú.

"Cuando mataron a nuestro líder Dzhokhar Dudyaev, trataron de imponernos un 'escenario afgano' y atomizarnos en distintas facciones beligerantes. Como no resultó, intentaron hacer una maniobra ya probada en Tayikistan, reforzando el gobierno títere de Doku Zavgaev y eliminando las fuerzas que pueden desafiarlo", apuntó.

Insistió que su misión prioritaria es terminar con la guerra. "Estoy defendiendo a mi pueblo del genocidio", dijo.

Alexander Umnov, un estudioso del Centro de Estudios Orientales de Moscú, opinó que "el gran interrogante que surge de la situación es quién comanda realmente a las tropas federales en Chechenia, ¿los comandantes locales o la línea de Moscú más inclinada a la paz?…"

Añadió que en este momento el Kremlin no puede dar "una respuesta coherente".

La mayoría de los analistas rusos coinciden que los "halcones" tomaron otra vez la delantera en el Kremlin y prefirieron "la cirugía a la terapia", como destacó el diario Kommersant.

"A pesar que se rumoreaba la semana pasada acerca del despido de Tijomirov, volvió encantado de su viaje a Moscú y al día siguiente recomenzó la guerra", apuntó Yuri Zaynashev, un experto en cuestiones chechenas.

"Posiblemente obtuvo luz verde de Yeltsin y (el nuevo jefe de seguridad Alexander) Lebed. Si bien Lebed siempre fue contrario a esta guerra y logró votos por eso, su protesta siempre tuvo un tono populista", agregó Zaynashev.

Lebed, quien emergió de las presidenciales como uno de los personajes rusos más poderosos, despues de todo, es un militar probado por la guerra, reconoció el analista. "Ahora que las elecciones quedaron atrás, el Kremlin piensa que tiene las manos libres para actuar en Chechenia".

El miércoles, la Duma Estatal (cámara baja del parlamento) emplazó al primer ministro Victor Chernomyrdin a que explicara la causa de la reanudación de las operaciones militares en Chechenia.

El diputado Yuli Rubakov, del grupo Opción Democrática, denunció que Tijomirov se desligó del control del Kremlin y está haciendo su propia política en Chechenia. Rubakov demandó que el fiscal general, Yuri Skuratov, lo ponga inmediatamente bajo arresto.

El jefe del partido liberal Libertad Económica, Konstantin Borovoy, fué más lejos y pidió que se votara una moción especial calificando a Yeltsin "un mentiroso y un asesino", pero la iniciativa no prosperó.

Chernomyrdin se negó a asistir a la sesión de la Duma pero trató de mitigar la situación insistiendo que la reanudación de hostilidades en Chechenia no significaba que Yeltsin hubiera descartado sus planes de paz.

Lebed dijo el jueves que comprendía la actitud de Tijomirov. "Se vió obligado a actuar como lo hizo. No tuvo alternativa", declaró, si bien declinó formular una clara defensa de la política militar con el pretexto que requiere "mayor análisis".

Los jefes de seguridad de Moscú desplegaron miles de agentes para vigilar el sistema de transporte público y evitar atentados, pero fracasaron con el estallido de la segunda bomba.

Los funcionarios describieron a las bombas como "instrumentos de intimidación de los rebeldes chechenos" y aseguraron que tomarán medidas apropiadas. Los moscovitas manifestaron su propio punto de vista y, como dijo un obrero de mediana edad, "todo es culpa de esa maldita Chechenia". (FIN/IPS/tra-en/ss/rj/ego/ip).

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