RUMANIA: Dudas y obstáculos en el camino hacia la OTAN

El secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, destacó el esfuerzo realizado por Rumania para ingresar en la OTAN, aunque aún no está garantizada la presencia de este país entre los primeros del ex bloque socialista europeo que se incorporarán a la alianza atlántica.

Christopher fomuló su declaración al canciller rumano Teodor Melescanu, que este mes visitó Washington como un capítulo de la campaña de Rumania por unirse al primer grupo de naciones ex socialistas que participarán de la prevista ampliación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Washington alentó las esperanzas de Rumania al asegurar a Melescanu que la alianza atlántica no tiene todavía la lista final de los primeros países que admitirá.

Christopher señaló "el gran esfuerzo" de Rumania "por lograr la calificación para la primera opción de ingreso" en la OTAN, y el apoyo al proyecto es amplio entre el público y los dirigentes rumanos.

No obstante, legisladores estadounidenses y funcionarios de la OTAN han manifestado preferencia por Polonia, Hungría y la República Checa.

Mientras, Dumitru Cioflina, jefe de estado mayor del ejército rumano, obtuvo del Pentágono la promesa de "apoyo para los planes de modernización del ejército rumano", considerado por algunos observadores como la fuerza militar más efectiva de Europa central, después de la de Polonia.

Su ingreso en la OTAN exige a Rumania la reducción en el 2000 de su maquinaria militar, compuesta por 1.375 tanques, 1.475 piezas de artillería pesada, 2.100 vehículos acorazados y 430 aviones, y el recorte de sus efectivos de 230.000 a 190.000.

También debe comprar nuevo equipo para sustituir sus envejecidas armas del Pacto de Varsovia, principalmente los tanques rusos T-72 y los caza MiG 21, y adaptarse a los estandares operacionales de la OTAN.

El programa comenzará por la adquisición de aviones cargueros estadounidenses C-130 y por la fabricación bajo licencia de helicópteros de asalto AH-1F Huey-Cobra.

Rumania, que recortó más de la mitad su presupuesto militar en los últimos seis años, debe realizar ahora desembolsos extraordinarios, por encima de su gasto actual en defensa.

El presupuesto militar sumó el año último 779,2 millones de dólares, equivalentes a 2,52 por ciento del producto interno bruto del país, y la reducción continuó en 1996.

Pero el Ministerio de Defensa busca recursos adicionales por 400 millones de dólares en los mercados financieros nacional e internacional, para la compra de armas de alta tecnología.

A pesar del endeudamiento previsto, las encuestas de opinion evidencian que 95 por ciento de la población de Rumania apoya la incorporación a la OTAN.

Rumania integró el Pacto de Varsovia desde la fundación de esa organización encabezada por la Unión Soviética, en 1955, hasta su disolución a la caída de los regímenes socialistas de Europa oriental, y fue el primer estado ex comunista en suscribir el Programa de Asociación para la Paz, de la OTAN.

El ministro de Defensa, Gheorghe Tinca, señaló que el ejército ya participó en más de 240 operaciones conjuntas dentro de la estructura de la OTAN.

Rumania también suministró tropas para misiones de mantenimiento de la paz de la Organización de Naciones Unidas en Somalia y Angola y contribuyó con efectivos a la Fuerza de Implementación destacada por la OTAN para controlar los acuerdos de paz en Bosnia-Herzegovina.

"La ampliación de la OTAN debe ser un proceso transparente, y cada candidato debe ser evaluado de acuerdo con sus propios méritos", dijo Melescanu a legisladores estadounidenses durante su visita a Washington.

Melescanu advirtió en Estados Unidos que, en caso de ser postergada a la hora de decidirse la ampliación de la OTAN, Rumania quedaría expuesta "a otras influencias", en implícita referencia a Rusia.

Rumania matiene un contencioso territorial con Hungría, y su gobierno parece reconocer tácitamente que esa disputa puede afectar no sólo su proyecto de unirse a la OTAN sino también su ingreso a otras instituciones europeas.

Si Rumania y Hungría firmaran un tratado bilateral, demostrarían su capacidad para "resolver sus problemas al modo europeo", admitió Melescanu a principios de este año.

Las negociaciones entre Rumania y Hungría para solucionar los problemas fronterizos están obstaculizadas por el desacuerdo de las partes en cuanto a la definición de los derechos de la minoría húngara residente en territorio rumano.

Los cancilleres de la OTAN se reunirán en diciembre para revisar el proceso de ampliación de la organización y acordar los próximos pasos.

Los cancilleres fijarán fecha para una reunión cumbre, en la que serán recibidas formalmente las solicitudes de incorporación a la alianza atlántica. (FIN/IPS/tra-en/gu/rj/ip/96

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