La imagen de los líderes políticos uruguayos se hundió ante la opinión pública como consecuencia de las denuncias de corrupción lanzadas contra integrantes del gobierno de Luis Lacalle (1990-1995), y sólo la izquierda parece evitar el naufragio.
Lacalle se perfilaba al fin de su mandato como serio aspirante a ocupar nuevamente el sillón presidencial a partir de los comicios de noviembre de 1999, de los cuales surgirá el sucesor del actual mandatario, Julio Sanguinetti.
Pero una verdadera avalancha de denuncias de corrupción contra miembros de su administración y de su partido determinó la drástica caída de su popularidad.
La imagen de Lacalle se derrumbó de dos puntos positivos en mayo de 1995 a menos 17,5 en junio de este año, según una encuesta de la empresa Vox-Opinión y Mercados.
La administración de Lacalle ha sido puesta en entredicho por cinco investigaciones judiciales, que aún están en curso.
El ex presidente debió prestar declaración en tres ocasiones ante el juez que investiga la actuación que cupo a Enrique Braga, ex ministro de Economía y ex presidente del Banco Central, en la privatización de un banco que durante diez años fue gestionado por el Estado.
Las denuncias afectan al Partido Nacional (o Blanco), de Lacalle, pero sus consecuencias políticas alcanzan también al gobernante Partido Colorado.
"El conjunto de acontecimientos vinculados a las denuncias de corrupción (…) y el clima instalado a nivel de las elites políticas" repercute negativamente sobre "el conjunto de los actores políticos", dice el informe de Vox-Opinión y Mercados, publicado por el semanario Búsqueda.
Sanguinetti, que en mayo de 1995 obtuvo una valoración positiva de 13,3, perdió más de 30 puntos, hasta situarse en 17,5 puntos negativos en junio último.
El gobierno de Sanguinetti lanzará esta semana una ofensiva para destacar ante la opinión lo que considera los logros de su gestión, que han sido opacados al concentrarse la atención de políticos, prensa y público en las denuncias de corrupción.
También cayó sustancialmente la valoración de los restantes candidatos potenciales del Partido Nacional y del Colorado, dos fuerzas políticas coligadas en la actual administración. La única excepción es el blanco Juan Andrés Ramírez, que respalda la investigación de las denuncias.
Aunque ningún sector político escapó sin pérdidas, los dirigentes de izquierda mantienen saldo positivo en la encuesta de popularidad realizada por Vox-Opinión y Mercados
Tabaré Vázquez, ex candidato presidencial de la coalición Frente Amplio, conservó en junio un saldo positivo de 13,8 puntos, luego de haber registrado 24,1 en mayo de 1995.
Vázquez encabezó entre 1990 y 1995 la administración municipal de Montevideo, donde viven casi 45 por ciento de los 3,1 millones de habitantes de Uruguay.
Su sucesor en la Municipalidad de Montevideo, Mariano Arana, también del Frente Amplio, logró en junio una valoración positiva de 17,4 por ciento, y el principal senador de la misma alianza de izquierdas, Danilo Astori, obtuvo un resultado positivo de 24,7.
El Frente Amplio escogerá probablemente entre Arana, Astori y Vázquez su candidato para las próximas elecciones, en las que tendrá firmes posibilidades de triunfo.
Los partidos Colorado y Nacional, que desde su surgimiento hace 160 años se alternan el gobierno de Uruguay, observan con preocupación el desplome de la popularidad de sus principales dirigentes.
Lacalle advirtió este fin de semana que el fin de siglo señala la superación del enfrentamiento histórico entre colorados y blancos.
Ahora, dijo Lacalle, los uruguayos deberá optar entre "el socialismo y el nacionalismo".
Por esa razón, convocó a crear junto con el Partido Colorado "un gigantesco movimiento" que se oponga "a la fuerza de lo negativo, a la fuerza de la antipatria", a la "que impide el cambio y procura permanentemente destruir la esencia de nuestro país", que estaría representada por la izquierda.
"Así queda marcada la raya, compatriotas". Los uruguayos "nos iremos bucando los ojos para encontrarnos en la mirada. La patria hoy más que nunca necesita algo en qué creer", dijo el ex presidente. (FIN/IPS/rr/ff/ip/96)