Con un llamado a impulsar la colaboración entre naciones pobres en materia de salud reproductiva concluyó hoy en México la segunda reunión anual de Asociados para la Población y el Desarrollo (APD).
En el foro participaron representantes de los diez países del Sur integrantes del grupo, que intercambiaron informaciones "sobre cómo están incorporando en sus programas de Estado la nueva visión integral de la salud reproductiva".
Este concepto consiste en priorizar el desarrollo socioeconómico integral como eje de un mejoramiento de la situación global de la familia, la mujer y el niño, con el consiguiente efecto benéfico sobre la salud reproductiva.
La APD agrupa a gobiernos y organismos de Bangladesh, Colombia, Egipto, Indonesia, Kenya, México, Marruecos, Tailandia, Túnez y Zimbawue.
Al concluir la conferencia los gobiernos participantes se comprometieron a incrementar el volumen de los servicios y los recursos de planificación familiar, además de aplicar políticas de educación y de superación de la pobreza.
Durante las deliberaciones se puso de manifiesto que en el mundo mueren 585.000 mujeres al año por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el aborto, este último ilegal en muchos países y por lo tanto efectuado en condiciones precarias.
La representante colombiana María Isabel Plata señaló que en América Latina existen 14 millones de mujeres con una necesidad no satisfecha de métodos anticonceptivos.
Según la Organización Mundial de la Salud hay en escala planetaria tres millones de parejas que carecen de acceso a servicios de planificación familiar.
De acuerdo con la misma fuente se producen 910.000 concepciones al día, de las cuales más de la mitad no son planificadas y más de una cuarta parte no han sido deseadas.
De estos embarazos cada día se pone término a 150.000 mediante abortos inducidos o realizados en su mayor parte en malas condiciones.
Nabiha Gueddana, representante de Túnez y presidenta de la reunión, iniciada el lunes, sostuvo que de nada servirá dotar a las mujeres de métodos anticonceptivos mientras no se mejoren sus condiciones de vida.
Kerstin Trone, subdirectora del Fondo de Población de las Naciones Unidas, recordó que en 1998 los habitantes del plantea serán más de 6.000 millones, 200 millones más que en la actualidad, con lo cual el crecimiento se dará a razón de 86 millones por año.
La tasa de crecimiento poblacional se redujo del 2,1 por ciento en la década de los años 60 al 1,5 por ciento en la actualidad, pero los incrementos anuales absolutos se mantendrán en su nivel actual por lo menos hasta la segunda década del próximo siglo.
Trone añadió que cada cinco minutos una persona es contaminada por el virus del sida y para fines del siglo habrá 23 millones de infectados, además de otros 10 millones fallecidos a causa del mal.
Más de 70 por ciento del total mundial de casos de sida se concentra en Africa y otro 10 por ciento en Estados Unidos, aunque se advierte una tendencia al incremento en Asia y América Latina.
De acuerdo con datos de los organismos internacionales más de 97 por ciento del incremento demográfico se generará en los países periféricos, donde residen 4.600 millones de personas.
En la actualidad, según estadísticas de las Naciones Unidas, dos tercios de los habitantes del planeta prácticamente no producen ni consumen en un grado significativo.
Steven Sinding, director de ciencias de población de la Fundación Rockefeller, dijo que la APD "ayuda notablemente en materia de salud reproductiva y educación contraconceptiva".
"Estas áreas exigen una sensibilidad extrema debido a los factores socioculturales y religiosos implícitos en los programas respectivos", explicó.
Según Sinding ya existen muchos países con experiencia en programas de planificación familiar exitosos, como los diez que forman parte de la APD, y su número continuará creciendo en el futuro.
Una acción de esta asociación consiste, por ejemplo, en el trabajo de grupos de voluntarias del sur de Asia para informar, orientar y ayudar a otras mujeres a conseguir los servicios básicos que necesitan.
Otra iniciativa, desarrollada en Africa, se basa en un programa para integrar a quienes trabajan en el sistema tradicional de salud con los que se especializan, fuera de él, en mejorar la salud maternal y cuidar a embarazadas de alto riesgo.
En América Latina hay facilidades oficiales con personal profesional de organizaciones no gubernamentales para impulsar el acceso efectivo a la información, la educación y los servicios especializados en salud reproductiva.
Ante la reunión demográfica internacional el grupo Provida, católico de derecha, acusó al gobierno mexicano de "permitir a organismos foráneos como Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Fundación Rockefeller imponer su política poblacional". (FIN/IPS/emv/dg/pr/96