La afirmación del presidente electo de Ecuador Abdalá Bucaram de que buscará la paz con Perú, modificando declaraciones anteriores, despertó en esta capital una mezcla de soepresa, recelo y apoyo.
La mayoría de los politicos y analistas peruanos tendía a considerar el triunfo de Bucaram como el desenlace electoral menos favorable para la paz entre Ecuador y Perú, naciones que mantienen un antiguo diferendo limítrofe que los condujo en enero del año pasado a una guerra no declarada .
El desenlace de las elecciones ecuatorianas, este domingo, fue aguardado con interés en Perú, porque abrió un compás de espera en las conversaciones diplomáticas iniciadas a raíz de la guerra de 1995.
Las imágenes de televisión llegadas por cable mostraron a Bucaram formulando declaraciones pacifistas y prometiendo conversar amistosamente con el presidente peruano Alberto Fujimori, a quien llamó "el chinito".
Bucaram que el diferendo con Perú debía manejarse como un asunto de política de Estado y no de gobierno y reiteró su intención de mantener en el cargo al canciller Galo Leoro, para que prosiga las conversaciones de paz.
Similares expresiones formuló en Lima el presidente Fujimori al conocer el triunfo de Bucaram, pues subrayó que "las conversaciones surgidas de la declaración de paz suscrita en Itamaratí (Brasil) se realizan entre dos estados y no entre gobiernos y continuarán con las nuevas autoridades de Ecuador".
En las negociaciones participan también las cancillerías de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, garantes del tratado fronterizo peruano-ecuatoriano y supervisores del cumplimiento de la desmilitarización del escenario de la guera.
La casi totalidad de los medios de prensa peruanos era marcadamente hostil a la candidatura de Bucaram. El 20 de mayo, "Caretas", el semanario político más importante de Lima, publicó en su portada la foto del candidato con un alarmante epígrafe: cuidado con este hombre.
"Su triunfo abriría un inestable capitulo en las relaciones entre Perú y Ecuador", comentó el semanario, tras relatar anécdotas sobre la personalidad agresiva, pintoresca y temeraria de Bucaram.
Sin embargo, el mismo semanario informó la semana pasada que dirigentes del Partido Roldosista de Ecuador, a los que no identificó, le habian hecho llegar declaraciones para asegurar que Bucaram era "más calculador que loco" y que "sus excentricidades eran cuestión de marketing electoral".
Una de las pocas expresiones peruanas en favor de Bucaram previas a su triunfo electoral fue formulada por el canciller Francisco Tudela, quien dijo que percibía en el político populista una voluntad más pragmática que en su rival Jaime Nebot y que su audacia podría agilizar las conversaciones de paz.
Tudela admitió que los políticos ecuatorianos dispuestos a solucionar pacíficamente el conflicto limítrofe tienen que actuar con mucha cautela "porque las tesis nacionales de su país son maximalistas".
Las fuerzas armadas ecuatorians tienen una posición muy importante en la política de su país, que a veces va por caminos distintos al pensamiento diplomático y recordó que el general Mocayo afirmó recientemente que "una cosa era lo jurídico y otra las necesidades del Estado", indicó.
"Pero todo lo que favorezca la continuidad de las conversaciones será bueno", añadió Tudela respecto de la promesa de Bucaram de mantener a Galo Leoro como canciller+.
"Leoro tiene una relación con los garantes y con Perú en base a las conversaciones surgidas en Itamaratí, en tanto que el acompañante de Nebot, el excCanciller Diego Cordovez, ha guardado silencio sobre el tema, salvo para criticar lo avanzado hasta ahora con una cierta intransigencia", comentó Tudela.
La socióloga Imelda Vega Centeno, autora de un estudio sobre la situación social de la zona amazónica en la que se enfrentaron las tropas de Ecuador y Perú, expresa por su parte desconfianza sobre las declaraciones pacifistas de Bucaram.
Según la investigadora, los analistas políticos ecuatorianos critican a Bucaram su doble discurso en cualquier tema, de acuerdo a "su auditorio o interlocutor".
Comentando las razones del pacifismo actual de Bucaram, consideró que el presidente electo "probablemente busca apoyo de otros partidos para formar una coalición mayoritaria en el Parlamento, en donde tiene un escaso 35 por ciento…".
"Si es así, seria un síntoma en favor de la paz porque significaría que el populismo de Bucaram ha percibido que un importante sector de la población de su país no quiere aventuras belicistas", concluyó Vega Centeno. (FIN/IPS/al/dg/ip/96