ONU: Creciente inversión no sustituye ayuda al desarrollo

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desafió la creencia generalizada de que la creciente inversión extranjera mitiga la necesidad de la ayuda a los países del Sur.

"Si los fondos asignados a países en desarrollo continúan decreciendo, el mundo pagará con trágicas consecuencias y enfrentará una carga financiera mucho mayor", advirtió el director general del PNUD, Gustave Speth.

Speth dijo que existe el "mito" de que la privatización, las reformas de libre mercado y la inversión extranjera directa eliminan la necesidad de ayuda al desarrollo.

Durante una reunión del Consejo Económico y Social, este lunes Speth hizo una llamado a una cruzada mundial por crear "un mundo sin pobreza".

Mark Malloch Brown, vicepresidente del Banco Mundial, dijo que el proceso de desarrollo está siendo revolucionado por dos grandes tendencias: la caída de la asistencia oficial al desarrollo (AOD) y el notable aumento de los flujos de capital privado.

Como porcentaje del producto interno bruto (PIB), la AOD se encuentra en su punto más bajo desde 1970 entre los donantes occidentales. La reducción en términos reales entre 1994 y 1995 fue de 9,6 por ciento, con 59.200 millones el primer año y 58.800 el segundo.

El aporte a la AOD de fuentes multilaterales también está cayendo, mientras la ayuda bilateral se centra cada vez más en asistencia de emergencia y alimentos.

A medida que la AOD disminuye, la inversión privada transforma partes del mundo en desarrollo. Las inversiones totales casi se cuadruplicaron desde 1990, alcanzando unos 170.000 millones de dólares este año.

La embajadora de Jamaica ante la ONU, Patricia Durant, dijo a IPS que la reducción de la AOD resulta irónica en momentos en que los países en desarrollo intentan poner en práctica programas de ajuste estructural reduciendo su gasto público e introduciendo políticas de libre mercado.

Como consecuencia de largo plazo, los recortes de ayuda podrían socavar seriamente los intentos por reducir el desempleo y erradicar el hambre, el analfabetismo y la enfermedad, y finalmente amenazar la paz y la estabilidad en todo el mundo.

El embajador de Guyana, Samuel Insanally, ex presidente de la Asamblea General de la ONU, añadió que la creciente disminución de la ayuda al desarrollo tendrá terribles consecuencias en los países industrializados, así como en aquellos en desarrollo.

Los países industrializados, advirtió, podrían descubrir que su progreso no es inmune al ataque de la pobreza y el subdesarrollo en el Sur.

La AOD aún es necesaria, dijo Insanally, porque el flujo de inversión privada ha sido desigual, "concentrándose en pocos países que presentan atracciones para los inversores", mientras los estados más pobres aún están en la periferia sin ningún flujo significativo de inversión. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/dv/96

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