Las Olimpíadas de este año constituyen, para los brasileños, un fenómeno femenino. Las mujeres de este país ganaron sus primeras medallas en los cien años de la competición y la primera de oro que el país conquistó en Atlanta.
Además del doble triunfo en el voleibol de playa, en que duplas brasileñas lograron el primer y el segundo lugar, las "muchachas de Brasil" también encantaron el país y públicos extranjeros en voleibol convencional y basquetbol.
Incluso en el fútbol, un deporte en que son totalmente marginadas, ellas sorprendieron llegando a semifinales, con un inesperado desempeño, contrastando con la considerada "vergonzosa" derrota de los varones en el primer partido, contra los inexperientes japoneses.
Jacqueline Silva y Sandra Pires, la dupla de oro de voleibol de playa, y Mónica Rodrigues y Adriana Samuel, medalla de plata, son las nuevas heroínas nacionales. En esa condición fueron recibidas por multitudes, pese a la lluvia, el martes en Río de Janeiro.
Reaccionaron a la fiesta con obstinación profesional. Las campeonas ya volvieron a los entrenamientos para seguir disputando la sucesión de torneos del Circuito Mundial, disputado por las mejores duplas y en que ellas ya triunfaron el año pasado y encabezan la clasificación este año.
"Queremos conquistar otra medalla de oro dentro de cuatro años", en las Olimpíadas de Sidney, Australia, anunció Sandra Pires, de 23 años.
Jacqueline Silva, 34 años, se emocionó con los aplausos de las mujeres en las calles de Río. "La victoria es de ellas que compartieron la conquista con nosotros", observó. No hay duda que la autoestima de las brasileñas ganó mucho con estas Olimpíadas.
El brillo de las muchachas en los deportes colectivos sobresale mas aún por la decepcionante actuación de sus colegas masculinos, aunque en fútbol y del voleibol tengan posibilidades de alcanzar medallas. Pero se esperaba mucho más de los muchachos.
El único título nunca antes conquistado, y por eso muy deseado, por el fútbol masculino brasileño es el de campeón olímpico. El equipo se preparó con todos los recursos para el triunfo en Atlanta, y superó la etapa clasificatoria, "pero no está bien", reconoció el mismo entrenador Mario Lobo Zagalo.
El equipo de voleibol, medalla de oro en las Olimpíadas anteriores, en Barcelona, también frustró expectativas, empezando con dos derrotas ante Argentina y Bulgaria. Y las victorias posteriores no borraron el desencanto inicial.
Mientras, las muchachas del voleibol y del basquetbol ganaron los cinco partidos clasificatorios, incluso contra las favoritas de Cuba o Rusia. Además conquistaron a los espectadores de otros países, por su elegancia y belleza.
Todo eso contribuye a reducir la discriminación que sufren las mujeres en el país, no sólo en los deportes.
"Las atletas mostraron la capacidad profesional de las mujeres", destacó Silma de Carvalho Correia, ex maestra de Geografía e Historia, hoy asesora del Consejo de los Derechos de la Mujer de Sao Paulo.
Los triunfos en Atlanta transmiten "una imagen de luchadora" de las mujeres profesionales, antes consideradas "simples aficionadas", y eso se extiende a todas las áreas de actividad, evaluó Correia.
Aumentó así la confianza de que se cumplirá la consigna del Consejo, "haga de 1996 un año distinto", añadió. La esperanza es que el entusiasmo se transfiera a las elecciones municipales del 3 de octubre.
Cerca de 80.000 candidatas buscan ser elegidas concejales en mas de 5.000 municipios brasileños, en una campaña sin precedentes para elevar la participación femenina en la política.
Una ley recién conquistada por las 35 diputadas federales (7 por ciento del total) obliga a todos los partidos a tener 20 por ciento de mujeres en sus listas.
Hay buenas posibilidades de elegir muchas concejales, sostiene Correia, basada en una encuesta hecha en marzo por un instituto especializado en Sao Paulo, en que 46 por ciento de los electores dijeron que votarían por mujeres "con seguridad" y 27 por ciento "probablemente".
La brillante actuación femenina en las Olimpíadas ayuda a demoler las prejuicios que gran parte del electorado manifiesta en relación a las mujeres, como "falta de decisión o coraje", según la abogada Iaris Ramalho Corts, de Brasilia.
Neutraliza la "imagen de pasividad" femenina que hace, por ejemplo, que se vote a mujeres para que legislen, pero nunca para el poder ejecutivo, agregó Corts, una de las cinco coordinadoras del Centro Femenino de Estudios y Asesoría (Cefmea), que apoya proyectos legislativos por derechos femeninos.
Como los brasileños en general tienen gran afición por los deportes, ella espera de las medallas de Atlanta contribuyan a que más mujeres participen en el poder político de Brasil. (FIN/IPS/mo/jc/cr-pr/96