OLIMPIADAS-COSTA RICA: Recibimiento de oro para Claudia Pol

Un país sin héroes recientes, falto de líderes y con pocos modelos personales a seguir se lanzó hoy a las calles para recibir a Claudia Pol, una joven de 22 años que dio a Costa Rica, en Atlanta, la primera medalla de oro en cien años de historia de los juegos olímpicos.

En un hecho que puede ser envidiado por los partidos políticos, decenas de miles de personas se apretujaron en las calles para saludar a la atleta que, segura de su triunfo en la competencia de 200 metros, había colocado una banderita de Costa Rica a la orilla de la piscina del Acuatic Center de Atlanta.

Lo hizo "para que supieran de dónde somos", dijo.

El tiempo registrado, de 1:58.16, fue el resultado de muchos años de entrenamiento.

"A los 50 metros iba a la cintura de la nadadora del canal cuatro-la alemana Franziska van Almsick-, a los 75 metros ya sabía que iba a ganar, y cuando sólo faltaban 10 metros pensé en que estaba ganando la primera medalla de oro para Costa Rica en cien años", relató a su llegada a San José.

Claudia Pol no solo ganó la medalla de oro. También es la dueña de tres marcas mundiales en natación: la de 200 metros, la de 400 metros libres y la de piscina corta.

Quizá por esos triunfos es que tres países se la disputan. Se ha destacado que es de origen alemán, que nació en Nicaragua y que optó por la nacionalidad costarricense.

Este jueves Claudia puso fin a esa discusión: "mi única nacionalidad, la que llevo en el corazón, es la de Costa Rica".

Por eso también la medallista se hizo cortar su cabellera rubia 48 horas antes de la competencia de 200 metros. Su cabeza, casi rapada en la parte trasera, muestra las siglas internacionales de este país: CRC.

Al término de una conferencia de prensa que dio tras su llegada, mostró las tres reliquias que trajo de Atlanta: el mechón de su cabello, el traje de baño que usó en la competencia y la bandera improvisada con la que celebró en el agua su triunfo.

El mérito, más que del país, es personal. Sus fogueos internacionales y su entrenamiento fue financiado con recursos propios -no muchos- provenientes de inversiones en turismo. El Estado solo le ofeció el equivalente a 500 dólares para viajar a Atlanta.

La medalla de oro no le dará los millones de dólares en patrocinios que reciben otras atletas de los países desarrollados, pero empresarios costarricenses están dispuestos a realizar una colecta para entregarle el equivalente a medio millón de dólares.

"En este momento hay muchos atletas que nadan por dinero, yo nado con el corazón, pero si me dan ese dinero lo agradecería mucho porque serviría para la preparación de los próximos años", afirmó.

Francisco Rivas, el entrenador que primero llevó a Silvia Pol a ganar una medalla de plata en Seúl y luego siguió la preparación de su hermana menor, Claudia, afirmó que en Costa Rica se están creando las posibilidades para que haya un amplísimo apoyo de la empresa privada al deporte.

Este camino se ha abierto con Claudia, patrocinada por una empresa nacional de televisión y por la transnacional Pepsi Cola, aunque se desconoce el monto de este aporte.

La nadadora indicó que se mantendrá en el deporte durante dos años más y luego decidirá, según sus rendimientos y sentimientos, si continúa su preparación para participar en la próxima olimpiada, que se realizará en Australia.

El triunfo de Claudia ha puesto de nuevo en evidencia la falta de apoyo estatal al deporte,. Comentaristas deportivos y entrenadores se preguntan por qué sólo esta atleta ha podido obtener la máxima presea.

La respuesta, según Monserrat Hidalgo, la asistente del entrenador de Pol, radica en la disciplina, el esfuerzo y la dedicación.

Pero además indicó que en esta olimpíada se ha dado el hecho curioso de que países tan pequeños como Irlanda, Bélgica o Costa Rica han arrebatado medallas de oro a naciones tan grandes y desarrollados como Estados Unidos y Alemania.

"Lo que ocurre es que se necesita no sólo una gran inversión sino también un gran compromiso. Los países desarrollados trabajan con base en la masificación del deporte y esta estrategia a veces no funciona, porque no todos los días surge un medallista", dijo Hidalgo.

Antes de lamentar los escasos éxitos deportivos de este país, "debemos preguntarnos si estamos dispuestos a tener disciplina, planificación y motivación, porque sin estos tres ingredientes no vamos a ninguna parte", señaló a su vez Rivas.

En 16 años de entrenamiento, Claudia Pol ha aprendido no sólo a nadar. "El deporte enseña disciplina, dedicación y esfuerzo y esto se aplica a cualquier cosa, al estudio, a la vida y a la meta de ser mejores personas", declaró. (FIN/IPS/mso/dg/sp-pr/96

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