Los más de 3.000 millones de dólares que cada año envían a México los emigrantes que trabajan en Estados Unidos representa una de las tres principales fuentes de divisas del país, tras las exportaciones y el turismo, reveló un estudio difundido hoy.
La existencia de los inmigrantes es importante tanto para Estados Unidos, pues representa mano de obra barata, consumo y mayores depósitos bancarios, como para México, por el ingreso de dinero, sostiene el estudio, realizado por la Universidad Obrera.
En 1995, el dinero transferido por los mexicanos a su país ocupó el tercer lugar en ingreso de divisas, después de las obtenidas por el superávit de la balanza comercial global (7.088 millones de dólares) y turismo (4.446 millones).
"Es curioso que ante las serias dificultades financieras que vive el país, nuestras autoridades no hayan hecho alusión ni reconocimiento respecto de las remesas que los migrantes envían", comentó recientemente la analista Ana María Aragonés.
"Paradójicamente el sector más desprotegido y olvidado del Estado mexicano es el que aporta a la economía una suma de divisas de tan alta consideración", expresó.
El Colegio de la Frontera Norte, institución especializada en el tema de los migrantes, sostiene que los alrededor de un millón de mexicanos que tratan cada año de ingresar a Estados Unidos, junto a los que ya residen en ese país, generan con su trabajo unos 30.000 millones de dólares anuales.
Aragonés sugirió al gobierno del presidente Ernesto Zedillo que defina junto a los migrantes algún mecanismo para que las remesas sean invertidas como capital productivo.
El Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos informó este mes que el saldo de los recursos públicos y privados de origen mexicano depositados en bancos de su país ascendió el año pasado a 24.582 millones de dólares, el doble que en 1994.
A pesar de la crisis, México se convirtió en 1995 en el mayor ahorrador latinoamericano en bancos estadounidenses, apuntó el Banco de la Reserva Federal.
Uno de los argumentos que usan los políticos conservadores en Estados Unidos contra los inmigrantes mexicanos es que las autoridades deben gastar más de 1.000 millones de dólares anuales en manterlos, dinero que sería debería destinarse al desarrollo del país, afirman.
Lo que no mencionan los políticos es que los indocumentados son una importante y barata fuerza de trabajo que gasta en territorio estadounidense unos 7.000 millones de dólares anuales.
Grupos humanitarios mexicanos indican que de los alrededor de siete u ocho indocumentados que cada hora intentan cruzar la frontera en busca de trabajo o para reunirse con sus familias al menos tres sufren abusos policiales y dos más son maltratados por otras autoridades o por sus futuros patrones.
Un reciente informe de la cancillería señala que cada vez con mayor frecuencia los inmigrantes mexicanos son objeto de abusos y violencia en el territorio de Estados Unidos, "lo que contribuye a tensar la compleja relación bilateral".
En 1995, las autoridades migratorias estadounidenses expulsaron de su territorio a 1,4 millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos.
El Colegio de la Frontera Norte calcula que en el año 2050 la población de origen mexicano en Estados Unidos alcanzará los 70 millones, el mismo número de personas que habitaban México en 1980.
Se estima que en Estados Unidos viven actualmente 20 millones de personas mexicanas de nacimiento o descendientes de esa nacionalidad. (FIN/IPS/dc/ag/pr-if/96