Diputados y empresarios de México pidieron hoy al gobierno del presidente Ernesto Zedillo que aproveche el aplazamiento de uno de los capítulos principales de la ley Helms- Burton, anunciado este martes por Washington, para emprender una "ofensiva definitiva" contra esa norma.
La suspensión por seis meses de las represalias previstas por la ley contra empresas que mantengan negocios con Cuba es la oportunidad para expedir una ley antídoto y afianzar los contactos internacionales que la bloqueen, dijo Fernando Solana, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Carlos Abascal, presidente de la Confederación Patronal, demandó, por su parte, que durante el aplazamiento de la polémica ley, el gobierno, las cámaras empresariales y el Congreso intensifiquen el diálogo para definir estrategias efectivas ante las pretenciones "extraterritoriales de Estados Unidos".
Tras señalar como positiva la suspensión del capítulo de la ley Helms-Burton adoptada por Washington, el gobierno reiteró que "se reserva el derecho a tomar todas las medidas internas e internacionales necesarias para defender los intereses de las empresas mexicanas".
Con fuertes inversiones en Cuba y una activa relación comercial y política con el país caribeño, el gobierno y los empresarios mexicanos mantienen una postura unitaria que rechaza el carácter extraterritorial de la ley estadounidense.
Aunque el gobierno y los diputados mexicanos vienen anunciado desde marzo que dictarán una ley antídoto contra la norma, aún no logran un acuerdo que permita su aprobación.
México debe tener cuidado al momento de definir acciones contra la ley Helms-Burton, pues 65 por ciento de las inversiones extranjeras del país provienen de Estados Unidos, advirtió Alejandro Díaz, diputado del derechista Partido Acción Nacional, segunda fuerza política del país.
La norma estadounidense, dictada según los analistas bajo el influjo de intereses electorales del presidente Bill Clinton, quien busca la reelección en los comicios de noviembre próximo, despertó el rechazo y la amenaza de sanciones por parte de la Unión Europea, Canadá, México.
El gobierno de Cuba ha señalado reiteradamente que considera a México como un socio seguro, pues fue el único país de América Latina que no rompió relaciones diplomáticas con La Habana en la década de 1960, pese a la presiones de Estados Unidos.
Alrededor de 200 empresas mexicanas mantienen actualmente negocios en Cuba en rubros como petróleo, turismo, producción textil y comunicaciones. (FIN/IPS/dc/ag/ip/96