MEXICO: Formación de mujeres sindicalistas con visión de género

Entidades feministas y académicas mexicanas apoyadas por la Fundación Friedrich Ebert, de la socialdemocracia alemana iniciaron esta semana un Curso de Formación de Mujeres Líderes Sindicales con enfoque de género en los ámbitos laboral, político y demográfico.

El interés despertado por la iniciativa obligó a ampliar la dimensión inicial del seminario, que era para 25 plazas, a fin de atender a 45 inscriptas, y ya se proyectan otros cursos paralelos.

El seminario, respaldado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), se polongará hasta febrero de 1997, y está a cargo de especialistas en asuntos laborales.

Elena Tapia, dirigente del Colectivo de Mujeres en Acción Sindical, una organización no gubernamental con más de una década de existencia, dijo a IPS que el curso parte del supuesto de que la lucha sindical debe beneficiar a todos los trabajadores.

"Pero dada la injusta desigualdad que persiste en el trato a las asalariadas no es posible evitar una perspectiva de género tendiente a superar la actual situación discriminatoria", aclaró Tapia.

La activista explicó que los talleres de formación están destinados a promover el papel de la población femenina en la vida social más allá del limitado horizonte tradicional de los programas de control de la natalidad.

Subrayó que las alumnas provienen de entidades sindicales de todas las tendencias, desde el oficialismo hasta las corrientes opositoras de izquierda o de centroizquierda, habitualmente denominadas "democráticas" o "independientes".

Según datos oficiales, las mujeres trabajadoras representan un tercio de la población económicamente activa de México, compuesta por más de 30 millones de personas.

Setenta por ciento de las trabajadoras están empleadas en el servicios, y las demás se distribuyen entre las actividades industriales y agrícolas.

Tapia señaló a IPS que las mujeres también realizan tareas domésticas no remuneradas ni incluidas en los indicadores económicos que manejan los gobiernos, pese a ser una parte básica de la actividad global.

Agregó que transformaciones comenzadas en el decenio de 1940 aumentaron la participación de las mujeres en la población económicamente activa, pero los cambios no se reflejan en los cuadros dirigentes de los sindicatos.

Carlos García, de la Fundación Friedrich Ebert, informó que esa institución aporta elementos teóricos y prácticos dirigidos a estimular el liderazgo femenino en la solución de problemas sociales.

En diálogo con IPS, García afirmó que se trata de "contribuir a la formación y consolidación" en sus funciones "de mujeres que ocupan cargos de representación sindical".

Puso el acento en que el curso iniciado se enmarca en recomendaciones d la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada el último año en Beijing, y cuya prioridad fue elevar el poder socioeconómico de la población femenina.

García explicó que ese objetivo exige favorecer el desarrollo de las capacidades y habilidades de la mujer, propiciando que asuman un rol protagónico en la economía, la política y el desarrollo social.

Al definir el perfil actual de la mujer asalariada, García destacó "su baja fecundidad, mayor escolaridad, y el cada vez más habitual ingreso y permanencia en el mercado laboral de la franja (de población) entre 30 y 45 años".

Así mismo, destacó como nuevos hechos en México el crecimiento inusitado de la cantidad de mujeres que se desempeñan en el sector informal de la economía y como jornaleras en la agricultura, así como el aumento de los hogares con jefatura femenina.

Añadió que también se registra una mayor presencia femenina en áreas técnicas y profesionales, mientras que, en contraste, aún se cuentan 700.000 empleadas domésticas.

Adela Bejarano, de la Universidad Autónoma Metropolitana de la ciudad de México, mencionó la segregación educacional y ocupacional, y los menores salarios, como problemas principales de la población femenina.

Citó también el trato discriminatorio, la falta de prestaciones sociales, la baja participación en puestos de jerarquía y las leyes "obsoletas" en materia familiar, que conceden licencias muy breves para maternidad y atención infantil.

Según Bejarano "la escasa representación femenina en el mundo del sindicalismo y la política en general, espacios donde se toman las decisiones clave, es producto de la discriminación de género y debe ser combatida con enfoques igualitarios de género".

El curso de formación incluye el análisis de la globalización económica y su efecto sobre los trabajadores, así como del debate en curso sobre la reforma del Estado mexicano y de las políticas públicas en materia agraria y demográfica.

También contempla conocimientos de historia social, mecanismos de negociación y conflicto sindical, reconversión de la ingeniería industrial, el tema de la calidad del producto y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. (FIN/IPS/emv/ff/pr lb/96

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