Las obras viales proyectadas por israel en Cisjordania y el Golán representan un claro obstáculo al proceso de paz en Medio Oriente, advirtió el presidente egipcio Hosni Mubarak en la capital estadounidense.
La reunión de Mubarak con el presidente estadounidense Bill Clinton, celebrada este martes, fue ensombrecida por la noticia de que el ministro Infraestructura Nacional de Israel, general retirado Ariel Sharon, ordenó poner en marcha las proyectadas obras en los territorios ocupados a palestinos y sirios.
De confirmarse la información, difundida el mismo martes por el diario The New York Times, se debilitaría la posibilidad de reanudación de negociaciones entre Israel y Siria y entre los palestinos y los israelíes.
Clinton se declaró "preocupado" ante la noticia lanzada por el Times, aunque puntualizó que aguardará a saber si el gobierno de Binyamin Netanyahu aprueba la propuesta de Sharon de construir nuevas carreteras y puentes en Cisjordania y el Golán.
En cuanto a Mubarak, que el domingo comenzó su primera visita a Washington desde que en mayo, Netanyahu resultó elegido primer ministro de Israel, su reacción fue más directa.
El presidente egipcio advirtió que si el proyecto de Sharon se concreta, "se complicará el proceso" de paz de Medio Oriente. "No aprobamos la realización de obras en los territorio ocupados sin el acuerdo de las partes" implicadas, declaró.
El proceso de paz permanece congelado desde que Netanyahu, del derechista Partido Likud, derrotó en las elecciones a Shimon Peres y lo sustituyó al frente del gobierno de Israel.
Netanyahu aseguró a principios de este mes a Mubarak en El Cairo que su gobierno honrará los compromisos adquiridos por Israel, aunque aún no ha dispuesto la retirada de tropas de la a ciudad cisjordana de Hebrón, prometida por Peres al presidente de la Autoridad Autónoma Palestina, Yasser Arafat.
Tampoco ha avanzado pasos para reanudar las conversaciones con Siria.
Clovis Maksoud, ex embajador de la Liga Arabe ante la Organización de Naciones Unidas, y Gail Pressberg, director de la Oficina de Estadounidenses por Paz Ahora, creen que el Likud no acepta la premisa central del proceso de paz lanzado hacia 1991, que obliga a Israel a devolver a los árabes los territorios conquistados a cambio de una paz firme.
Esa opinión se desprende de declaraciones de Netanyahu, quien ha insistido en que las futuras conversaciones de paz se realicen "sin precondiciones".
Mientras, Sharon ha rechazado con franqueza el principio de territorios por paz y su proyecto de construcción de carreteras y puentes sería consistente con esa posición.
Según el Times, Sharon pretende habilitar dos carreteras a través de Cisjordania y ampliar la autopista norte-sur, que corre a lo largo del río Jordán.
El proyecto también contempla el reemplazo de dos estrechos puentes sobre el Jordán, en el norte, por amplios estructuras destinados a unir "la creciente población del Golán", una zona arrebatada a Siria en la guerra de 1967.
Los nuevos enlaces fortalecerían el control israelí sobre Cisjordania, uno de los dos territorios administrados por la Autoridad Autónoma Palestina, y el Golán, que Siria reclama como precio de cualquier acuerdo permanente de paz.
"Es un desastre", afirmó Pressberg. "Parece que los gobernantes israelíes pretenden manejar hechos consumados".
"No tomo en cyuenta lo que diga Netanyahu, sino lo que hace Sharon", expresó Rashid Khalidi, especialista en Medio Oriente de la Universidad de Chicago y ex asesor de la delegación palestina en el proceso de paz.
"La confiscación de territorios y su colonización tienen mucho más peso que las relaciones públicas", explicó Khalidi.
Los optimistas sugieren que el encuentro mantenido por el canciller David Levy y Arafat, y la apertura parcial de áreas palestinas que Israel mantuvo clausuradas durante cuatro meses evidencian una actitud flexible de Netanyahu.
Pero la mayoría de los analistas de Washington suponen que Netanyahu sólo gana tiempo. "Su estrategia consiste en dar la impresión de movimiento, pero sin moverse", dijo Maksoud.
Maksoud y Pressberg creen que Clinton no presionará con firmeza a Netanyahu en los cuatro meses que restan para elecciones en que intentará obtener la renovación de su mandato, y Khalidi teme que se agote la paciencia de los palestinos.
La implementación de los proyectos de Sharon confirmaría a la mayoría de los palestinos. tanto en Cisjordania como en Gaza, que el proceso de paz se encamina a un punto muerto.
Mubarak también busca en Washington la garantía de que la administración de Clinton considera a Egipto "un socio prioritario en Medio Oriente, y no sólo un auxiliar de la alianza Estados Unidos-Israel", indicó Maksoud.
Agregó que la revelación de los planes de Sharon el mismo día en que Clinton recibía a Mubarak en la Casa Blanca resultó seguramente un hecho "embarazoso" para el presidente egipcio.
También señaló que el martes, el diario The Washington Post publicó declaraciones de Netanyahu que no había solicitado. Allí, el primer ministro israelí calificó a Mubarak de "líder prudente y responsable" e instó a Washington a renovar a Egipto el programa anual de ayuda por 2.100 millones de dólares.
"Netanyahu utiliza palabras agradables para demostrar su control del proceso de paz" en Washington. Su propósito consistió en "sugerir que él permite" la entrega de ayuda estadounidense a Egipto, opinó Maksoud. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ff/ip/96