ITALIA: Principal central sindical será independiente de gobierno

La principal confederación sindical italiana descarta convertirse en una correa de transimisión del nuevo gobierno de centroizquierda, señaló hoy su secretario general, Sergio Cofferati, al inaugurar el congreso de la central.

La Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL) se moverá con "coherencia y autonomía" respecto del primer gobierno de centroizquierda constituido en Italia desde el fin de la segunda guerra mundial, destacó.

En su discurso de apertura del XIII congreso de la CGIL, celebrado en la ciudad nórdica de Rimini, Cofferati se declaró dispuesto a luchar contra los proyectos económicos del gobierno para los próximos tres años, aprobados por el gabinete la semana pasada.

El Ejecutivo se propone, mediante nuevos impuestos y la reducción de los gastos públicos, reducir el déficit fiscal, que alcanza 6,3 por ciento del producto interno bruto, más del doble del tolerado para formar parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

La UEM es la tercera y última fase del proceso de integración europeo y desembocará en 1999 en la creación de una moneda única.

Para Cofferati, el saneamiento fiscal es un objetivo prioritario, pero "no se puede aceptar que se haga en base a una especie de sacrificio ritual que inmola en el altar del objetivo a realizar la parte más débil de la sociedad italiana".

"No habría jamás pensado que en el primer documento programático de un gobierno de centroizquierda se ignoraran problemas como la evasión fiscal", dijo.

La CGIL, que agrupa a más de 5.200.000 trabajadores, mantiene como uno de sus objetivos prioritarios la reducción de la semana laboral a 35 horas sin pérdida de salarios.

Esa meta debe ser alcanzada en los primeros años de la próxima década, indicó Cofferati. La mayor parte de los trabajadores de la península laboran actualmente 40 horas por semana.

El líder de la CGIL llamó a la unidad sindical, pero con algunas condiciones, en particular la independencia frente al sistema político.

Además de la CGIL, existen en el país la Central Italiana Sindical de Trabajadores (CISL) y la Unión Italiana de Trabajadores (UIL). En conjunto las tres organizaciones representan a 11 millones de trabajadores.

La CGIL, "no delega en nadie su representación social", insistió Cofferati, reafirmando su independencia respecto al gobierno dirigido por el economista Romano Prodi e integrado por el ex comunista Partido Democrático de la Izquierda (PDS) y otras fuerzas menores.

El movimiento sindical deberá tratar con un gobierno con el cual la CGIL comparte los objetivos de largo plazo e integrado por fuerzas políticas con las cuales "muchísimos" de los afiliados a esa central "se identifican desde hace mucho tiempo", indicó.

A la ceremonia inaugural del congreso de la CGIL asistieron los líderes de las principales fuerzas políticas, entre los cuales Massimo D'Alema, del PDS, y Silvio Berlusconi, de la conservadora Forza Italia. (FIN/IPS/jp/dg/ip-lb/96

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