IRLANDA DEL NORTE: La tensión aumenta antes del 12 de julio

Irlanda del Norte siguió cayendo hoy dentro de una espiral de violencia, cuarto día de choques entre policías y militantes protestantes que se preparan para la batalla callejera tradicional que ocurre en Belfast todos los 12 de julio.

La policía disparó el martes por la noche balas de plástico para dispersar a unos 10.000 simpatizantes del grupo protestante "Orden de Orange" concentrados alrededor de la iglesia Drumcree.

Las autoridades habían negado la autorización para que celebraran la tradicional marcha por la calle Garvaghy, donde actualmente viven muchos integrantes de la minoría católica.

Los ataques contra los católicos se incrementan en la "temporada de marchas" de la Orden de Orange, en julio y agosto. El 12 de julio se cumple el aniversario de la victoria militar en 1688 del protestante rey anglo-holandés Guillermo de Orange sobre su suegro, el convertido al catolicismo Jacobo II.

El asesinato de un taxista católico en el poblado de Lurgan y otros hechos violentos permiten suponer que el cese del fuego resuelto en octubre de 1994 por paramilitares protestantes, poco después de otro dispuesto por los secesionistas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), está llegando a su fin.

La tregua frenó el conflicto en los seis condados de Irlanda del Norte o provincia del Ulster, que ha permanecido bajo la corona británica mientras el resto de la isla conquistó la independencia después de la primera guerra mundial.

Los "unionistas" protestantes, partidarios de la anexión de esta provincia a Gran Bretaña, se han enfrentado a los católicos "republicanos", quienes defienden la pertenencia del territorio a la República de Irlanda, constituida en el sur de la isla.

Las negociaciones de todos los bandos en pugna que debieron suceder al cese del fuego se interrumpieron cuando el IRA reinició sus atentados con explosivos en febrero.

El gobierno de Gran Bretaña despachó mil soldados al Ulster, con los cuales el total de militares allí suma 18.500, casi tantos como antes del cese del fuego dispuesto por el IRA.

John Taylor, uno de los principales dirigentes del Partido Unionista del Ulster, advirtió que la policía podría verse rodeada por la Orden de Orange el 12 de julio.

Religiosos protestantes condenaron los hechos ocurridos en los últimos días. "La violencia, la intimidación y el vandalismo debe acabar inmediatamente", dijo este miércoles Harry Allen, moderador de la iglesia presbiteriana.

"Esto es totalmente contraproducente para cualquier causa y, seguramente, jugará a favor del IRA, a cuyos integrantes debe agradar lo que está sucediendo", agregó Allen.

Los paramilitares republicanos pusieron fin a 18 meses de cese del fuego en febrero, cuando un atentado con explosivos provocó en Londres la muerte de dos personas. Sin embargo, no efectuaron ataques en Irlanda del Norte.

La bomba en Londres ocasionó una reacción inmediata de los unionistas, quienes, de todos modos, no iniciaron ataques formales.

Mientras tanto, muchos católicos ven en los desfiles de la Orden de Orange como un recordatorio de su posición minoritaria en la región. Esta creencia se ha reforzado a causa de los ataques contra católicos ocurridos en la última semana.

Cuatro familias católicas fueron expulsadas de sus propios hogares en el barrio de Old Park, en el norte de Belfast, donde la mayoría de los residentes son unionistas, y un anciano cura católico fue desalojado de su casa en Ballymena.

Estos hechos de violencia culminaron con el asesinato de un taxista católico, Michael McGoldrick, cuyo cadáver se encontró este lunes.

"Quiero decir fuerte y claro que el cese del fuego de los unionistas se mantiene intacto", dijo este miércoles David Ervine, líder del Partido Progresista Unionista que mantiene estrechos vínculos con la organización paramilitar protestante Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF).

Pero Ervine, un ex paramilitar comprometido ahora con una solución pacífica para el conflicto, alertó que "basta rascar la superficie en cualquier parte de Irlanda del Norte para que emerja el pus del sectarismo".

Los miembros de la Orden de Orange consideran sus manifestaciones de julio y agosto la expresión de su cultura protestante y de su compromiso con la unión a Gran Bretaña.

Bill K., un granjero afable y sociable que vota por el radical Partido Democrático Unionista y asiste a la iglesia protestante fundamentalista del reverendo Ian Paisley, manifestó a IPS su sospecha de que el Sinn Fein, brazo político del IRA, juega un papel clave en la oposición policial a los desfiles.

"En mi opinión, se trata de un sentimiento anti-protestante y el deseo de eliminar de esta tierra cualquier cosa que tenga que ver con nuestra religión, tanto en el culto y la política como en la cultura", dijo Bill K., quien pidió que se mantuviera su apellido en reserva.

Bill K. estuvo el año pasado en los enfrentamientos entre unionistas y policías en Drumcree, pero se considera un hombre pacífico y respetuoso de la ley y asegura que se lleva bien con sus vecinos católicos.

"Hay vándalos en todas partes, aun en los partidos de fútbol soccer. Para analizar esto debe considerarse lo que ha sucedido en los últimos 25 años. Los republicanos han asesinado y generado el caos en esta tierra", dijo. (FIN/IPS/tra-en/soh/rj/mj/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe