India puso fuera de la ley oficialmente a los intermediarios en compra-venta de armas a mediados de los años '80, pero el Ministerio de Defensa continúa adquiriendo material militar a través de esos canales prohibidos.
El mes pasado, el nuevo ministro indio de Defensa, Mulayam Singh Yadav, prometió que habrá transparencia en todas las transacciones futuras. Los agentes de Defensa han sido acusados de cobrar cuantiosas comisiones y perpetuar la corrupción.
La declaración de Yadav, no obstante, fue recibida con esceptisismo por los funcionarios de su ministerio, quienes dijeron que no encuadraba con el tenebroso mundo de las compras de armas.
Fuentes militares dijeron que las adquisiciones por intermedio de agentes, despues de la prohibición, incluyeron vehículos blindados desde Eslovaquia, simuladores para entrenamiento de infantería de Nueva Zelandia, equipos cargadores de granadas para la nueva fábrica india de ordenanza en Orissa, equipos de limpieza de minas de Gran Bretaña y repuestos para la armada y la aviación.
La paradoja acerca de la obtención de material militar siguió a la prohibición en 1985 de todos los intermediarios de defensa por el entonces primer ministro Rajiv Ghandi, cuando India quiso comprar artillería de campaña de 155 milímetros y munición a uno de cuatro competidores, Suecia, Francia, Austria y Gran Bretaña.
De acuerdo con la política oficial, el ministerio indio de Defensa demandó en esa oportunidad una declaración que no habían sido usados mediadores para imponer su producto. Los cuatro contendientes estuvieron de acuerdo y, poco despues, AB Bofors de Suecia firmó un contrato por 1.300 millones de dólares para proveer 410 piezas de artillería de 155 milímetros FH-77 en 1986.
Sin embargo, un año despues, el acuerdo quedó empantanado en un escándalo con denuncias de "coimas" por 50 millones de dólares a políticos e intermediarios para facilitar el acuerdo, un factor que llevó a Ghandi a proscribir los agentes de defensa.
De la noche a la mañana, decenas de operadores vieron bloqueados sus ingresos y clausuradas sus oficinas por funcionarios de inteligencia, lo que llevó al cierre a pequeños representantes.
Las más poderosos, no obstante, decidieron resistir a la prohibición y vender equipos al sector civil. A comienzos de 1991, virtualmente todos los grandes proveedores de material de defensa cesaron sus actividades.
Sin embargo, la prohibición de agentes privados dió lugar a un nuevo y "seguro" intermediario, y las compras cayeron en las garras de las Unidades de Defensa del Sector Público (UDSP). De propiedad del estado, las UDSP resultaron inmunes a cualquier prohibición y, en el tiempo, se convirtieron en importadoras y fabricantes de equipos militares por miles de millones de dólares.
Como India comenzó a mirar a Occidente para reemplazar su equipo militar de fabricación soviética a comienzo de los años '90, el papel de las UDSP como gestoras del cambio se incrementó.
Durante los últimos seis años, UDSPs como Bharat Heavy Electricals Limited, Bharat Electronics Limited, Bharat Dynamics Limited, Bharat Earth Movers, Electronic Instrumentation India Limited, Hindustan Machine Tools e Hindustan Aeronautics Limited obtuvieron considerables beneficios a través de la compra de equipos de defensa, a menudo acompañadas con transferencias de tecnología a fabricantes locales, por lo general UDSP.
Bharat Heavy Electricals, por ejemplo, hizo de intermediaria en compras por 1.000 millones de dolares en blindados de Eslovaquia, cañones OTO Melara de 76 milímetros de Italia para la armada india, y planchas acorazadas para sus tanques T-72 y Arjun, el último de fabricacion nacional.
Muchos funcionarios militares sostienen que autorizando a las UDSP a comprar equipos de defensa, el ministerio "ha legitimado por la puerta trasera a los intermediarios".
Afirmaron que las UDSP no hacen otra cosa que procurarse los equipos por medio de agentes privados basados en India, para luego venderlos al ministerio, pagando comisiones en el proceso.
Las mismas fuentes dijeron que los 11 años de prohibición de los agentes de defensa dieron gran hipocresía a la politica india de aprovisionamiento de material militar.
Agregaron que resultaba más ridículo aún el hecho que los propios funcionarios del ministerio admitieron que realizan reuniones periódicas con agentes de defensa, con quienes intercambian información, discuten requerimientos y precios, y se dan cita para probar el material.
"La declaración de Yadav de prescindir de los agentes de defensa no significa nada porque resultan indispensables para todas las compras", dijo un alto oficial del ejército.
Apuntó que 80 agentes, en su mayoría basados en Nueva Delhi, eran regulares proveedores del ministerio que incluso transportaban y hacían probar el material antes de firmar los contratos.
Otros oficiales militares dijeron que la anunciada puesta en marcha de un comité de gastos de defensa (Arun Singh) podría reducir la ambiguedad en las transacciones y dar una perspectiva más racional a los planes indios de defensa. (FIN/IPS/tra- en/rb/an/ego/ip).
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