La justicia de Honduras envió hoy a la cárcel al coronel Aben Claros Méndez, uno de los 13 militares acusados por las organizaciones de defensa de los derechos humanos implicados en el asesinato y desaparición forzada de personas por motivos políticos en la década del 80.
Claros, quien se desempeñaba como Inspector General de la Policía y estaba prófugo, se presentó a la justicia para responder por las acusaciones sobre las muertes en 1982 del hondureño Adán Avilez y el nicaraguense Amado Espinoza Paz.
Pero el juez Celino Aguilera, de la sureña ciudad Choluteca, encontró méritos suficientes para encarcelar preventivamente Claros, quien esperaba quedar en libertad de inmediato.
El militar alegó que las acusaciones no son válidas porque en esa época se encontraba realizando estudios en una academia militar en Chile.
"Decidimos remitirlo a la cárcel por un término preventivo de seis días como manifiesta la ley, mientras analizamos bien su defensa y vemos si hay o no méritos para su libertad o enjuiciamiento", manifestó el juez.
La decisión del juez tomó por sorpresa a Claros y su cuerpo de defensa, que este día llegaron a los tribunales de Choluteca, escoltados por soldados.
Claros es el primero de los 13 militares prófugos que se presenta a la justicia, luego de que este jueves el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Mario Hung Pacheco, anunciara la disponibilidad de entregar a dos oficiales.
Según las Fuerzas Armadas, los militares se resisten a entregarse porque no confían en la justicia. (FIN/IPS/tm/ag/ip- hd/96