El presidente René Préval se enfrenta con dificultades para desempeñar un gobierno democrático en Haití.
Cinco meses después de tomar posesión, Préval se encuentra ante siempre crecientes problemas financieros y, de acuerdo con fuentes políticas, incesantes rivalidades dentro del partido Lavalas, que le llevó al gobierno.
Mientras tanto, se mueven en las sombras los golpistas de la última dictadura militar y del régimen de los Duvalier, que mandó en este país de 1957 a 1986.
Claude Raymond, un ex general del ejército implicado en la masacre de varias decenas de personas durante las fracasadas elecciones de noviembre de 1987, fue arrestado la semana pasada junto a otros tres individuos, en la región central de Haití, por "acciones terroristas que buscan desestabilizar al gobierno".
Las autoridades han emitido órdenes de arresto contra otros dirigentes de partidos neo-duvalieristas, muchos de los cuales se encuentran en la clandestinidad.
Según fuentes de los aparatos de seguridad, una cantidad de secuestros ocurridos en los primeros meses de este año pueden ser vinculados a la actividad de estos grupos. El último secuestro fue el del niño de seis años Boris Pautansky, en la ciudad de Pétion- Ville, situada al este de Puerto Príncipe, el 28 de mayo.
Existe el ofrecimiento de una recompensa de 30.000 dólares por cualquier información que conduzca al retorno de Boris, que es nieto de uno de los más influyentes empresarios de este país.
Otra preocupación para el gobierno nace de haberse difundido que una gran cantidad de armas fue distribuida la semana pasada, a antiguos soldados, por un jefe de la extrema derecha conocido por haber sido hostil al regreso al poder del ex presidente Jean- Bertrand Aristide en 1994, cuando terminó el gobierno militar.
Además, de acuerdo con ciertos analistas, la nueva fuerza de seguridad haitiana, con 5.250 efectivos, no está preparada para neutralizar con eficacia las operaciones subversivas de los neo- duvalieristas.
La nueva policía, creada en mayo de 1995, se encuentra desorganizada, falta de experiencia y mal equipada.
La Policía Civil de las Naciones Unidas ha producido un informe, basado en investigaciones realizadas por la Misión Civil Internacional, en el que recomienda la sustitución de 10 por ciento de los efectivos policiales antes de finalizar este año.
Casi 600 policías son actualmente objeto de investigación por tráfico de drogas, robo a mano armada y violaciones a los derechos humanos, entre otros delitos, según fuentes policiales.
Sin embargo, la policía afronta también sus propios problemas al acometer la tarea de mantener el imperio de la ley y el orden. Según datos oficiales, en los últimos cuatro meses murieron 10 agentes policiales.
Las rivalidades entre distintas unidades policiales también son fuente de preocupaciones para el actual gobierno. Los efectivos ordinarios sienten envidia de las unidades entrenadas recientemente en Canadá, a las que consideran privilegiadas.
Las incertidumbres de Préval alcanzan a la suerte de los proyectos de ley de reforma económica sometidos al parlamento, que serán analizados por el Fondo Monetario Internacional antes de fin de mes.
El debate de estos proyectos, a veces violento, permite descartar que pueda producirse una votación final esta semana.
El fracaso del programa económico de Préval en el parlamento arrojaría nuevas nubes sobre su futuro político y su mandato presidencial, ya que ha basado toda la credibilidad de su gobierno en la firma de estos acuerdos con las instituciones financieras internacionales. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/mk/arl/ip/96)
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