HAITI: Aristide llamó al gobierno a la "unidad"

El ex presidente de Haití Jean Bertrand Aristide reclamó a sus compatriotas que se comprometan en un "diálogo" dirigido a promover "la unidad y el sentido común requerido para que la democracia florezca" en el país caribeño.

"Divididos, fracasaremos. Solo a través de la unidad de todas las fuerzas democráticas tendremos una sociedad sana", dijo Aristide, quien aún es una figura dominante en la política haitiana si bien no ocupa ningún cargo público.

En una entrevista exclusiva a IPS, exhortó a los haitianos a no caer en divisionismos y a comprometerse con la democracia y rechazó los rumores sobre su presunto enriquecimiento personal.

El llamado de Aristide a la unidad se plantea hacia el interior de su propio partido político, el Movimiento Lavalas, que discute reformas económicas tendentes a la privatización y reestructuración de servicios públicos.

El ex mandatario se opone, según distintas fuentes, a esas reformas, fuertemente impulsadas por el actual gobierno que encabeza su sucesor, René Préval, con respaldo del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y donantes extranjeros.

Aristide dijo que la existencia de diferentes posiciones entre los partidarios del primer ministro Rony Smarth, adalid de la reestructura, y los parlamentarios hostiles a esas reformas representa "una lección de democracia".

El ex presidente anunció que expondrá personalmente su posición en torno a las privatizaciones al actual presidente, René Préval, en una audiencia privada.

"Los divisionismos no nos llevarán a ningún lado. Pero la unidad real no implica ausencia de diálogo. El propósito de la unidad es que las partes se complementen. Cuando la gente dialoga de buena fe, se debe alentar lo positivo, porque de lo contrario caeremos en lo negativo", afirmó.

Aristide evitó comentar los logros de cinco meses de gestión de su sucesor. "Preferiría continuar observando", dijo, aunque advirtió que el gobierno deberá "ser políticamente maduro y estable para manejar las complejidades políticas del país".

El ex mandatario dijo que el Haití actual requería "cultivo cuidadoso del tejido social mediante la inversión en cuestiones humanas, para evitar el mal de la desintegración espiritual, alentar el diálogo y defender el futuro".

Aristide manifestó que, después de su regreso al poder en octubre de 1994, cuando una fuerza multinacional mayoritariamente estadounidense removió la junta militar que lo había desalojado del gobierno en 1991, decidió dedicarse a estimular la "despolarización" de Haití a través del diálogo.

"Sin diálogo, las mentiras y las fantasías maliciosas se convierten en un cáncer que pueden destruir el tejido social. Solo a través del diálogo la verdad, tan esencial para la salud política del país, tiene posibilidades", declaró.

El ex presidente también reclamó el regreso a Haití de Emmanuel "Toto" Constant, conductor de un grupo paramilitar vinculado con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).

Constant fue arrestado en el país norteamericano por presuntas violaciones a las leyes de migración y luego liberado. Aristide afirmó que Constant deberá ser juzgado en Haití.

Los dos líderes del golpe de estado que destituyó a Aristide en septiembre de 1991, el ex comandante del Ejército, Raoul Cédras, y el ex jefe de Policía, Michel François, también pueden ser condenados por crímenes cometidos durante los tres años que duró el régimen militar.

Aristide sostuvo que la amnistía dictada en octubre de 1994 se refiere solo a los delitos políticos, y no a los crímenes contra la humanidad.

"Siempre estuvimos contra la venganza, pero también contra la impunidad. Si combatimos las dos cosas, se hará justicia", advirtió.

El ex presidente negó de plano los rumores sobre el supuesto enriquecimiento personal de su esposa y sobre los beneficios que presuntamente obtuvo por sus inversiones en bancos, telefonía celular y bienes raíces.

"Como se nota en la campaña contra el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y su esposa, esto es política. Esto es parte de una campaña de desinformación, un golpe de estado moral contra el pueblo", sentenció.

En una carta que emitió en junio al Senado de Haití, el parlamentario independiente Jean Robert Sabalas planteó dudas sobre el manejo de un crédito de 20 millones de dólares aportado por el gobierno de Taiwan al gobierno de Aristide.

Sabalat sostuvo que existía evidencia sobre la transferencia de varios millones de dólares a organizaciones privadas, una de ellas la institución de caridad creada por Aristide para atender a niños de la calle a fines de la década del 80.

"No daré crédito a esas acusaciones con una respuesta que solo serviría para agregar leña al fuego. El conductor de Lafanmi Se Lavi, la organización humanitaria, ya explicó toda la situación", aseguró el ex presidente.

Aristide viajará a este viernes a Japón, invitado por el gobierno y universidades del país asiático, donde participará en el lanzamiento del Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas sobre Desarrollo (PNUD).

"Estaré en Haití a fin de mes", dijo el ex mandatario, en respuesta a los rumores de que aprovechará la oportunidad para abandonar el país.

Aristide, de 42 años, se casó durante su exilio con una abogada haitiano-estadounidense y espera su primer hijo. Mientras tanto, se dedica a recaudar fondos para crear una nueva organización que se dedicará a alentar la "autoayuda de los pobres". (FIN/IPS/tra- en/imc/sz/fn/mj/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe