GUATEMALA: Polémica por acciones guerrilleras de propaganda

La toma de varias poblaciones de Guatemala por unidades guerrilleras para hacer propaganda, y la orden de no reprimirlas impartida por el presidente Alvaro Arzú, han causado descontento en sectores del ejército y del Congreso.

Las acciones de 'propaganda armada' realizadas por efectivos de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) se han venido sucediendo desde el cese al fuego acordado por ambas partes en marzo en el marco del diálogo de paz que intenta poner fin a un conflicto armado que lleva 35 años.

Los guerrilleros, portando su armamento, reúnen durante estas tomas a los pobladores del lugar, les hablan de los acuerdos de paz y los llaman a apoyarlos para que se cumplan. Luego se retiran pacíficamente.

La última acción de este tipo se produjo este lunes cuando un comando de la URNG ocupó pacíficamente las instalaciones de radio Victoria, en la ciudad de Mazatenango, en el suroccidental departamento de Suchitepéquez .

Los guerrilleros, que según versiones de prensa serían miembros de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), una de las cuatro facciones que integran la URNG, rodearon el edificio de la emisora y cuatro hombres, con los rostros cubiertos y portando armamento pesado, ingresaron a la cabina de transmisión.

Durante la ocupación transmitieron un mensaje grabado de alrededor de 13 minutos, en el que manifestaron su disconformidad porque los acuerdos firmados entre la comandancia guerrillera y el gobierno no están siendo cumplidos, informó el matutino "Prensa Libre".

Tras pasar su mensaje, los guerrilleros se retiraron y en la calle hicieron estallar un petardo que lanzó al aire panfletos en los que invitaban a la población a organizarse y participar en la nueva etapa de la lucha revolucionaria.

Los efectivos de la policía y el ejército llegaron cuando los rebeldes ya se habían retirado.

El miércoles de la semana pasada, un comando urbano de la URNG incursionó en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala, donde realizaron un mitin, invitando a los estudiantes a unirse en su lucha reivindicativa.

El general Otto Pérez Molina, integrante de la gubernamental Comisión de Paz (COPAZ), encargada de dialogar con la guerrilla, mostró su desacuerdo con la toma de poblaciones, a la vez que aclaró que dichas acciones "no son resultado de entendidos en la mesa de negociaciones".

"No aceptamos que la URNG tome poblados", esto "no ayuda al proceso de negociaciones" dijo el alto jefe militar, agregando que la Misión de Naciones Unidas para la Verificación de los Derechos Humanos en Guatemala (MINUGUA) consideró el accionar rebelde una "provocación".

Por su parte, el coordinador de COPAZ, Gustavo Porras, un ex militante de izquierda, hizo un llamado a la dirigencia guerrillera para que "actúe con responsabilidad" y se abstenga de hacer ocupaciones de poblados, que podrían "llevar a hechos que nadie desea y que podrían afectar el proceso de paz".

El vocero del Ejército, coronel Otto Noack, señaló que el presidente Arzú ordenó suspender las actividades contrainsurgentes y que ellos se mantienen dentro de ese criterio.

"Se trata de una cuestión puramente política y ese tipo de acciones habrá que tolerarlas" dijo Noack.

El diputado Arístides Crespo, del derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG), indicó que el gobierno ha permitido que columnas guerrilleras ocupen poblaciones del interior del país y que con ello se está violando la Constitución.

"No estamos en contra del proceso de paz, pero se debe actuar dentro del marco legal", dijo el congresista.

Pero Nineth Montenegro, del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), calicó de "show político" la postura del FRG y dijo que "hay momentos en que debe apartarse el legalismo absurdo para lograr entendidos".

Por su parte, Arzú respondió airadamente al FRG, cuyo máximo líder es el ex dictador Efraín Ríos Montt (1982-83), diciendo que "lo que sucede es que ellos tuvieron su estilo para llevar la paz y nosotros tenemos el nuestro".

"El estilo de ellos fue a través de cementerios clandestinos, de balazos y muertos, el nuestro es a través de la concordia, el diálogo y de concesiones recíprocas".

El gobierno y la guerrilla llevan cinco años tratando de poner fin a más de tres décadas de conflicto.

Desde la llegada al gobierno de Arzú, el pasado 14 de enero, se realizaron importantes avances en las negociaciones, siendo casi seguro que la paz se firmará antes de que finalice este año. (FIN/IPS/cz/jc/ip/96

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