El Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra de La Haya exhortó hoy una vez más a las grandes potencias con tropas en Bosnia-Herzegovina a detener y entregar al líder serbobosnio Radovan Karadzic y al comandante de su ejército, Ratko Mladic.
Tras escuchar a 16 testigos, varios expertos y tres fiscales, el Tribunal requirió nuevamente la detención de ambos líderes, acusados de genocidio hace dos años, mientras el fiscal Mark Harmon censuró a la Fuerza de Implementación (IFOR) del acuerdo de paz en Bosnia por no hacerlo.
"Creemos que las pruebas que presentamos son más que suficientes para creer que Kardzic y el general Mladic cometieron genocidio", declaró Harmon a la corte.
Mientras, investigadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) continuaban desenterrando cuerpos de prisioneros bosnios musulmanes masacrados tras la conquista de Srebrenica por los serbobosnios, en julio de 1995, en lo que fue la peor atrocidad cometida en Europa desde la segunda guerra mundial.
Sin embargo, este fin de semana el comandante estadounidense de las fuerzas de paz de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Bosnia anticipó que no buscará ni detendrá a Karadzic, pese a las exhortaciones del tribunal.
En el octavo día de la audiencia, Harmon criticó la comparecencia de los abogados defensores de Karadzic, uno serbio y dos estadounidenses, como "un gesto cínico y vacío" del líder serbobosnio.
Harmon subrayó que su causa se refiere sólo a la determinación de la responsabilidad individual de Karadzic y Mladic, y no del pueblo serbio, destacando que al menos 40.000 serbobosnios padecieron el sitio de Sarajevo junto a musulmanes bosnios y croatas, bajo fuego de las fuerzas de los dos líderes acusados.
La responsabilidad personal de Karadzic se basa en la creación de un comando unificado del ejército y la policía serbobosnios, del cual era líder indiscutido. Harmon afirmó que el Partido Democrático Serbio de Karadzic creó un gobierno en la sombra, un "estado dentro del estado", antes del comienzo de la guerra.
"Karadzic trató a Sarajevo y a las vidas de sus ciudadanos como su propiedad personal", sostuvo Harmon en una revisión del sitio de la ciudad, en la que se exhibió un informe de la cadena británica BBC donde se veía al líder "parado sobre la ciudad como un señor feudal contemplando orgullosamente sus dominios".
Karadzic y Mladic fueron acusados por el Tribunal de Crímenes de Guerra de la ex Yugoslavia el 25 de julio del año pasado. La acusación fue rectificada en noviembre, luego de la divulgación de evidencias sobre las atrocidades serbobosnias en Srebrenica y el este de Bosnia-Herzegovina.
La acusación contiene una lista de 20 civiles asesinados y 50 heridos -una cifra mucho menor de la real- a manos de francotiradores serbios. La fiscalía observó que tales actos, así como la falta de medidas para impedirlos, constituyen una violación de las convenciones internacionales sobre conductas de guerra.
El documento cita también la participación de los acusados en "atrocidades perpetradas contra la población civil en toda Bosnia- Herzegovina y el secuestro de soldados de la ONU para utilizarlos como rehenes y escudos humanos".
Los fiscales señalaron que cuando Mladic y Karadzic ordenaron utilizar cascos azules como escudos humanos eran plenamente conscientes de que su conducta constituía una flagrante violación al derecho internacional.
Pero la parte central del discurso de Harmon se refirió a la caída de Srebrenica, un "área segura" de la ONU, hace un año, donde entre 3.000 y 7.000 civiles fueron ejecutados y sus cuerpos enterrados en fosas comunes.
El juez Fouad Riad describió el incidente como "escenas del infierno, escritas en las páginas más oscuras de la historia del hombre".
"Los actos genocidas descritos en la acusación fueron planificados, eficientemente organizados e implementados por el ejército serbobosnio", afirmó Harmon, y agregó que "los pérfidos y cobardes actos de Karadzic y el general Mladic serán recordados por mucho tiempo".
Ambos líderes, dijo, están hoy en libertad debido a la falta de voluntad política de la República Federal de Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro) para detenerlos y enviarlos a La Haya.
Harmon recomendó que el presidente del Tribunal notifique al Consejo de Seguridad de la ONU sobre esta falta de cooperación. Esta medida posibilitaría al Consejo declarar que Belgrado transgredió las resoluciones de la ONU y solicitar sanciones contra ese gobierno.
Tras la declaración del fiscal, el juez Claude Jorda, presidente de la audiencia, informó que las deliberaciones proseguirán y que se emitirá una decisión el jueves 11 de julio.
Las reglas de procedimiento del tribunal permiten oir declaraciones de testigos en ausencia de los acusados, pero las audiencias no son más que eso. No se trata de un juicio "in absentia", que no está permitido por los estatutos de la corte.
El juez no determinará la culpa de los acusados ni pronunciará sentencia alguna, pero se prevé que Jorda emitirá una orden internacional de detención contra los dos acusados.
Sin embargo, no existen señales de un cambio de actitud de la IFOR, aun luego de la orden judicial. Los comandantes de la OTAN ya anticiparon que no realizarán esfuerzo alguno para detener a los líderes, citando el fracaso de las fuerzas estadounidenses en la captura del líder somalí Mohamed Farah Aidid, en 1993. (FIN/IPS/tra-en/bm/rj/ml/ip/96