El crecimiento económico se debilita en El Salvador, mientras el desempleo abierto y el subempleo afectan en conjunto a casi 60 por ciento de la población activa.
La economía creció 3,7 por ciento en abril, frente a 4,5 por ciento en marzo, según información del Banco Central. "Todavía se observan los efectos del ciclo desacelerado que se inició en el segundo semestre de 1995", se consignó en el informe.
Pero la desaceleración económica no es exclusiva de El Salvador, un país cuya población aumenta 3,1 por ciento al año, sino que se registra en toda la extensión de Centroamérica, puntualizó el Banco Central.
A la pérdida de vigor de la actividad se suma una inflación anual que en junio se ubicó en 11,1 por ciento, más de dos puntos por encima de la meta anunciada por el gobierno.
En opinión del economista Oscar Melhado, el desbordamiento de los topes oficiales de inflación pone en entredicho el ajuste y las restricciones dispuestas durante casi un año.
En mayo de 1995, el gobierno aumentó 30 por ciento el impuesto al valor agregado. Esa medida se conjugó con el alza de tasas de interés para afectar la actividad económica.
La principal organización empresarial ha exhortado a todos los sectores sociales y políticos a trabajar en conjunto para reanimar la economía.
Los empresarios proponen el fomento del ahorro interno, la modernización del Estado, la privatización de las empresas públicas, estímulos a la agricultura y industria, y procurar la inserción de El Salvador en el mercado internacional.
Mientras, el Banco Central cree que la reducción de tasas de interés verificada en junio tendrá impacto positivo en la economía y en la generación de empleo.
El informe del mismo banco señala que el comerció sólo creció 0,8 por ciento en abril de este año, ante 15,6 por ciento en el mismo mes de 1995. Casi 50 por ciento de los comercios comunicaron disminución de ventas.
Centenares de empresas medianas y pequeñas han cerrado, y las grandes se han visto obligadas a despedir trabajadores, según información de gremiales del sector privado.
La construcción creció 1,6 por ciento en el periodo evaluado, frente a 7,3 en abril del año último.
Sólo el sector financiero supera la prueba de la comparación entre periodos. En efecto, en abril de 1996 tuvo un crecimiento de 23 por ciento, ante 12,1 en igual mes de 1995.
El analista Alfonso Goitia explicó que el aumento del índice general se debió al fuerte crecimiento del sector financiero, un área de escasa generación de empleo.
El desempleo abierto se sitúa en siete por ciento de la población económicamente activa, y el subempleo llega a 52 por ciento, de acuerdo con el Banco Mundial.
Mientras, la pobreza afecta a 60 por ciento de la población, según fuentes oficiales. Roberto Vilanova, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada, eleva la proporción a 80 por ciento.
Alfredo Cristiani, que gobernaba el país en 1992, cuando un tratado de paz puso fin a una guerra civil de 10 años, reconoció que la extendida injusticia social alimentó el prolongado conflicto. (FIN/IPS/jd/ff/if/96