ECUADOR-PERU: Fujimori y Bucaram frente a frente

El presidente electo de Ecuador, Abdalá Bucaram, conducirá desde el 10 de agosto, cuando asuma el mando, las negociaciones con Perú para resolver el conflicto fronterizo que el año pasado motivo una guerra no declarada entre ambos países.

La imagen de Bucaram, informal e impredecible, y su pintoresca campaña electoral, en la que se autocalificó como "loquito", induce en medios políticos de Lima a aventurar hipótesis sobre la confrontación que protagonizará con su homólogo peruano, Alberto Fujimori.

"El contraste entre la personalidad eufórica de Bucaram y el autocontrol de Fujimori va a ser importante, sobre todo por la afición de ambos al juego rápido, sorpresivo y fuerte", comentó el analista peruano Patricio Ricktetts.

"Sin alarmismos preparémonos para el fenómeno Bucaram, quién se hace llamar 'loco', pero cuya carrera politica nos lleva más bien al perplejo diagnóstico que Polonio hizo de Hamlet: su locura tiene método. Tal vez sus reflejos e intuiciones parecen muy rápidos, pero no por eso carece de cálculo", añadió.

Desde sus nacimientos como repúblicas independientes, hace 175 años, Ecuador y Perú, cuyos territorios formaron parte del imperio incaico y del mismo virreinato colonial, disputan sobre la línea de frontera, tema que provocó varias guerras y un tratado limítrofe, firmado en 1942, que Ecuador cuestiona.

La última guerra, no declarada, se produjo en enero de 1995, y fue suspendida por la gestión de los cuatro países garantes del mencionado Tratado: Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, cuyos gobiernos promueven una solución diplomática.

Asumiendo que Bucaram y Fujimori comparten la intención de resolver pacíficamente el conflicto fronterizo, la posibilidad de que lo consigan dependerá en alto grado del respaldo que obtengan no sólo de la opinión pública de sus países, sino también de los mandos militares.

Bucaram iniciará su gobierno en la misma situación en la que comenzó Fujimori: sin mayoría parlamentaria propia, problema que el mandatario peruano superó disolviendo el parlamento con ayuda del ejército.

Según diversos analistas, este golpe contra el Congreso colocó a Fujimori en condición de relativa dependencia de la cúpula militar.

Tanto Bucaram como Fujimori tienen que conducir las conversaciones de paz sin perder de vista los límites de tolerancia de sus respectivas mandos militares respecto de las concesiones propias de toda negociación diplomática.

"Los partidos opositores agitaran el fantasma de un golpe militar si Bucaram admite los límites establecidos por el Tratado de 1942, o si Fujimori acepta retroceder algunos metros la frontera señalada en el Tratado", comentó el analista Flavio Solórzano.

Inmediatamemte despues de conocer los resultados electorales, Bucaram anunció que mantendría las conversaciones de paz, invitó a Fujimori a las ceremonias de toma de mando y hace unos días promovió un encuentro entre los alcaldes de Huaquillas y Aguas Verdes, ciudades fronterizas de Ecuador y Peru.

Vestido informalmente en mangas de camisa, Bucaram avanzó hasta la mitad del puente internacional y se fundió en un abrazo con Ricardo Flores, alcalde de la ciudad peruana de Tumbes, y luego se despidió de la multitud enarbolando dos pequeñas banderas, una peruana y otra ecuatoriana.

"Cuidado con el doble juego, Bucaram habla como abanderado de la paz, pero designó como jefe de la fuerza armada de su país al general Moncayo, considerado un 'halcón' belicista", opinó en Lima el parlamentario opositor Harold Forsyth.

Otro escéptico comentarista, Mirko Lauer, del opositor diario La República, comentó: "nadie esperaba de Bucaram una ofensiva de simpatía, que compite con la desplegada por Fujimori en Quito en la primera mitad de los años 90".

Lauer añadió que "Bucaran actúa de esa manera para reforzar la convicción de los garantes de que Perú debe ceder posiciones en nombre de la paz, la misma paz que Ecuador está dispuesto a romper si no se sale con la suya".

El experto dijo que Fujimori reaccionó con sobriedad ante "la ofensiva floral de Bucaram. No le ha devuelto los ramilletes desde este lado de la frontera, pero tampoco ha hecho desplante alguno".

Desde Quito, el general Moncayo, próximo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, formuló declaraciones contrarias a la solución diplomática propuesta por Bucaram, al reiterar que desconoce el Tratado limítrofe de 1942, base de las negociaciones.

"Ese tratado no es de paz, ni de amistad, ni siquiera de límites", declaro el general Moncayo.

En aparente respuesta desde Lima, el general retirado Gastón Ibañez hizo también una declaración dura, al demandar a Fujimori que advierta a Ecuador "que de ninguna manera Perú aceptará una solución que implique una cesión del territorio nacional". (FIN/IPS/al/ag/ip/96

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