El voto no declarado, pero ya decidido de los habitantes de de la sierra podría definir la segunda ronda electoral del próximo domingo en Ecuador, donde se enfrentarán dos aspirantes a la presidencia nacidos en la ciudad portuaria de Guayaquil, considerada la capital económica del país.
Los institutos de encuestas adjudican idénticas posibilidades de triunfo al populista Abdalá Bucaram y a su adversario, el derechista Jaime Nebot. Aunque los analistas creen que gran parte de los indecisos que abundan en los sondeos de opinión ya han escogido en realidad su candidato y prefieren ocultarlo.
Se trata de los casos conocidos en la jerga política ecuatoriana como voto de "verguenza", fruto del fuerte regionalismo existente en un país en que, por primera vez, dos candidatos costeños pasan a la segunda y definitiva vuelta electoral.
De acuerdo con los últimos estudios de opinión de las firmas encuestadoras más importantes, 1,2 de los 6,6 millones de votantes decidirán su voto en horas previas o durante los comicios.
Cerca de un millón de electores indecisos pertenecerían a las 11 provincias de la sierra, donde Bucaram y Nebot no lograron vencer en la primera ronda, realizada en mayo. Ecuador cuenta en total con 21 provincias.
"Mucha gente declara no saber por quién votará y, en realidad, ya optó por uno de los candidatos. Debido a un compromiso con su grupo social, con su familia o simplemente con su región, no lo expresa hasta el día de las elecciones", dijo Hugo Barber, director del instituto Perfiles de Opinión.
El voto de "verguenza" de indígenas comprometidos con otras candidaturas habría determinado el pasaje de Bucaram a la siguiente etapa, superado por Nebot sólo por un punto porcentual, según Barber.
La firma Market advirtió este jueves que la ligera ventaja mantenida por Nebot sobre su contendiente se diluye por influencia de las provincias de mayor concentración indígena, que se decantarían a favor de Bucaram.
Bucaram, líder del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) y tres veces candidato a la presidencia, y Nebot, del Partido Social Cristiano (PSC), aspirante en dos ocasiones, intentan corregir la imagen desfavorable que tienen en las provincias serranas.
Ambos fueron derrotados en elecciones previas por candidatos de origen serrano "y esto ha sido comprendido ampliamente" por Bucaram y Nebot, que "buscan vencer la resistencia de los votantes de esa región", señaló Jaime Durán, de Informe Confidencial.
Las dos fórmulas electorales se completan con serranos de reconocido prestigio, como Diego Cordovez, canciller en el período de Rodrigo Borja (1988-1992), que ahora es candidato a la vicepresidencia por el PSC, y Rosalía Arteaga, ex ministra de Educación del actual gobierno, postulada por el PRE.
Así mismo, el discurso retórico de Bucaram, cuyos gestos dicen más que las palabras, "busca captar el voto de la clase media y media alta de Quito", situada en la sierra, "que siempre ha estado más identificada con tesis de centroiquierda", dijo Barber.
Pobres contra ricos, verdad contra mentira y justicia contra injusticia "son conceptos polarizados donde Bucaram encuentra el mismo tipo de respuestas, totalmente a favor o completamente en contra", observó el especialista Luis Verdesoto al diario capitalino Hoy.
Nebot persigue también el voto de las 11 provincias serranas, aunque su mensaje intenta identificarlo como "un hombre mesurado y tolerante, lo que sin duda alguna tiene efectos en la clase media alta y en los sectores cercanos al mundo financiero", señaló el psicólogo Marcelo Román.
Las propuestas políticas y económicas de los dos candidatos "han cedido ante la necesidad de conseguir votos", apuntó Román.
Así, Bucaram matiza su populismo con "planteamientos neoliberales, como la privatización de sectores estratégicos de la economía", y el derechista Nebot se manifiesta "dispuesto a atender demandas sociales", agregó.
Según Román, en Ecuador surge "un concepto interesante, el 'neoliberalismo social' que, más que un planteamiento económico y filosófico, es una estrategia eficaz para sumar votos". (FIN/IPS/mg/ff/ip/96