Las declaraciones de Abdalá Bucaram como presidente electo de Ecuador sobre el destino económico de este país andino comienzan a despejar las dudas que el polémico político sembró durante su campaña electoral.
"La falta de continuidad en las políticas económicas de Ecuador es la causa principal de que el aparato productivo nacional se encuentre históricamente estancado", dijo Bucaram, quien asumirá el 10 de agosto próximo, al visitar este martes al presidente saliente Sixto Durán Ballén.
"El loco" Bucaram, como llaman a este polémico político por su discurso articulado en base a desplazamientos, gestos y palabras poco frecuentes en Ecuador, ha sorprendido a sus críticos, que manifestaban temor ante sus propuestas populistas.
"La fuerza de los pobres", como bautizó Bucaram a su campaña política desde su segundo intento por arribar a la presidencia en 1988, y "el combate frontal a la oligarquía", su principal grito electoral en esta ocasión, dieron paso a "un gobierno de consenso" y "más inversión externa".
"No estoy en contra de los ricos sino de la oligarquía, de la cual tengo mi propia definición: es un estado del alma", dijo Bucaram, en su primera entrevista como presidente electo, tras conocerse los resultados electorales del día 7.
"Los ricos son necesarios para el país, como es necesario que el Estado los apoye, que la empresa privada crezca con inversión, que tenga créditos baratos y oportunidad de recibir apoyo externo, de otra manera no puedo concebir que existan más empleos y riqueza para todo el país", señaló.
El temor del sector financiero hacia Bucaram "se fundamentó más en su imagen de político agresivo que en sus propuestas electorales, tanto a nivel nacional como internacional", dijo a IPS Angel Espinoza, un conocido consultor de inversiones.
Según Espinoza, los principales indicadores macroeconómicos reflejaron calma en el sector financiero, "el dólar muestra una tendencia a la baja, aunque en un principio tuvo que intervernir el Banco Central, y los intereses bajaron 16 puntos".
Una de las primeras acciones de Bucaram como presidente electo fue conformar su gabinete económico, en el que destaca Rodrigo Paz, quien volverá a encabezar el ministerio de Finanzas que ocupó durante las presidencias de Jaime Roldós (1979-81) y Osvaldo Hurtado (1981-84).
Paz, quien fue candidato a la presidencia por el partido centroizquierdista Democracia Popular en la primera ronda, llegando en cuarto lugar, se ganó el respaldo de los habitantes de Quito cuando ejerció la alcaldía entre 1988 y 1992.
La presencia de Paz en el equipo económico "dará confianza en los ámbitos financiero e industrial", pues "es el principal accionista de Produbanco", una de las cuatro entidades bancarias más grandes del país, afirmó Espinoza.
El presidente electo mostró también su interés por continuar con las políticas del actual gobierno en algunas áreas. En este sentido, este martes expresó su deseo de que el actual canciller, Galo Leoro, continúe en el cargo.
"Es necesario dar seguimiento profundo al proceso de paz con nuestro vecino país y lo logrado por la cancillería ecuatoriana debe reconocerse", dijo Bucaram al anunciar su próxima visita a la frontera con Perú, país con el que Ecuador libró una guerra no declarada en principios de 1995, por un diferendo limítrofe.
"Bucaram logra consensos, hasta ahora ha sabido revertir los problemas, como la expectativa que generó su campaña en torno al destino económico del país y en lo en referente a las relaciones con Perú", dijo Espinoza.
Los analistas coinciden en que ahora el problema será cumplir sus ofertas electorales, como construcción de viviendas populares a bajo costo, aumento de salarios a los maestros, obras de infraestructura, créditos blandos y subsidios a alimentos y transporte, cuyo costo se estima en 2.350 millones de dólares. (FIN/IPS/mg/ag/ip/96
