ECUADOR: "Fenómeno Abdalá" acapara la atención nacional

El triunfo del populista Abdalá Bucaram el domingo en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Ecuador ocupa a los analistas, que intentan descifrar el "fenómeno Abdalá".

El amplio triunfo de Bucaram, quien obtuvo más de 54 por ciento de los votos, dejó mal paradas a las encuestas, que a lo largo de la campaña señalaron un empate técnico con Jaime Nebot, candidato del derechista Partido Social Cristiano (PSC).

Incluso las tres encuestadoras más importantes de Ecuador daban una semana antes de la segunda ronda una ligera ventaja para Nebot.

"Logramos transformar la angustia de un pueblo en esperanza", dijo Bucaram, líder del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), en su primera aparición pública como presidente electo.

"Mi triunfo es el triunfo de los pobres que somos mayoría en este país, donde la riqueza se concentra en las manos de algunas familias que representan el 10 por ciento de los 12 millones de ecuatorianos", añadió.

Según proyecciones de la votación, Bucaram obtuvo 54,4 por ciento y Nebot 45,5 por ciento.

La vicepresidenta electa Rosalía Arteaga, "logró que la resistencia de muchos sectores sociales hacia Bucaram y su discurso explosivo fuera cediendo", dijo a IPS el jurista Alberto Wray, de la Univesidad Católica de Quito.

Arteaga, quien fue ministra de Educación en el gobierno del presidente Sixto Durán Ballén y se opuso a la ley de obligatoriedad religiosa, por lo que renunció, es respetada en medios intelectuales y cuenta con amplio respaldo dentro del movimiento femenino, apuntó Wray.

En la primera ronda, celebrada en mayo, Nebot aparecía como amplio favorito, con 32 por ciento. Pero finalmente superó a Bucaram por menos de uno por ciento.

Gran parte de los votos del centroizquierdista Freddy Ehlers, que ganó en 11 de las 21 provincias en la primera ronda, dieron el triunfo a Bucaram en la segunda vuelta, que logró vencer en todas las provincias menos en Pichincha, donde existe un virtual empate, y en Guayas, que mantuvo la preferencia por Nebot.

En las regiones urbanas Nebot superó a Bucaram por tres puntos porcentuales, en tanto el presidente electo triunfó en las zonas rurales, donde la diferencia fue de 32 puntos.

"Fue un voto oculto en contra de la política tradicional, contra los esquemas neoliberales, contra los socialcristianos y contra todo lo que representa Nebot", dijo a IPS el sicólogo Marcelo Román, investigador de la Universidad Central de Quito.

Según Román, la experiencia que la población vivió "con el gobierno autoritario de León Febres Cordero (1984-1988)", actual líder del PSC y alcalde de la ciudad portuaria de Guayaquil, la mayor de Ecuador, "pesó sobre Nebot".

"Las estimaciones económicas sobre el triunfo de Bucaram eran demasiado alarmistas", dijo el asesor de inversiones Angel Espinoza.

"Se consideró que tras el triunfo de Bucaram el dólar subiría precipitadamente y las reacciones internacionales se harían sentir de inmediato, pero su experiencia política logró contener el desconcierto tras sus primeras declaraciones que mostraron a un hombre cauto", apuntó Espinoza.

El nuevo reto para Bucaram y Arteaga a partir del 10 de agosto, cuando asumirán el poder hasta el año 2000, será lograr el respaldo de un Congreso dividido, donde el PSC se consolidó en mayo como la primera fuerza, obteniendo 27 de las 82 curules en disputa en esa ocasión.

"Soy un hombre que maneja voluntades como lo demostré al ganar estas elecciones y lograré un gobierno de concertación", aseguró Bucaram. (FIN/IPS/mg/ag/ip/96

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