DESARROLLO: Pocos pueden escapar de la cárcel de la pobreza

Tres quintas partes de la humanidad viven en la cárcel de la pobreza y tienen poquísimas posibilidades de escapatoria en el corto plazo, dijo James Gustave Speth, administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Los más pobres entre los pobres habitan los 45 países menos desarrollados (PMD). Para liberarlos, se requerirá "un nuevo enfoque de solidaridad global", de acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano (IDH) de 1996, elaborado por el PNUD.

Este compromiso debería asegurar que el crecimiento económico se distribuya equitativamente entre los países y dentro de ellos y que sus beneficios se traduzcan en inversión humana (salud, educación, puestos de trabajo y poder de compra).

El informe, divulgado por Speth este martes en Washington, reclama un "pacto" entre el Norte y el Sur para que los países pobres "demuestren su voluntad de invertir en su gente y sus economías" y los ricos "ofrezcan ayuda, alivio de deuda y concesiones comerciales".

Según el IDH, este compromiso "generaría crecimiento y suministro de servicios sociales básicos".

Puede tratarse de una idea voluntarista. El propio informe indica que la ayuda de la comunidad internacional a los PMD es un "compromiso incumplido". La ayuda se redujo, el alivio de la deuda sigue siendo una quimera y las concesiones comerciales probaron ser solo promesas.

El Programa de Acción adoptado en 1990 por la Segunda Conferencia de Naciones Unidas sobre los PMD implicaba que se mejorarían las condiciones de acceso de los productos producidos por esos países a los mercados internacionales.

En cambio, según el IDH, "los países industrializados redujeron 25 por ciento los aranceles sobre los productos industriales del mundo en desarrollo, pero las mismas tarifas cayeron 40 por ciento para las mercancías procedentes de otros países industrializados".

La competitividad de los PMD se vio "seriamente erosionada", y estos países debieron aceptar las obligaciones de la Ronda Uruguay del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT), algunas de las cuales no habrían sido aceptables aun para el mundo en desarrollo hace algunos años, según el informe del PNUD.

Otros compromisos del Programa de Acción de 1990, además de los comerciales, tampoco fueron cumplidos, según un estudio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) mencionado en el IDH.

Entre las metas incumplidas se cuentan la generación de crecimiento acelerado de los PMD, esfuerzos para la mejora de la educación, la salud y el saneamiento, el aumento de la asistencia al desarrollo en relación al producto interno bruto (PIB) de los países donantes y la reducción de la deuda.

El ingreso por persona promedial en los PMD está "cayendo a un ritmo acelerado", lo cual pinta "malas perspectivas para el desarrollo futuro".

Parte de esta caída se debe al crecimiento de la población, pero también "refleja falta de progresos en la implementación del Programa de Acción" de 1990, según el IDH.

Se registraron progresos modestos en materia de alfabetización de adultos y expectativa de vida a comienzos de la década del 90, pero, de acuerdo con los autores del estudio, "el ritmo de estas mejoras se está desacelerando, mientras los muy flojos resultados de crecimiento económico ponen en cuestión su sustentabilidad".

Los PMD se vieron, en cierto grado, impedidos de desarrollar esfuerzos en materia social por problemas políticos, exceso de gasto, corrupción o mala conducción, pero también por falta de crédito, deudas y por la caída de la ayuda al desarrollo efectuada por instituciones de gobierno o intergubernamentales.

El Programa de Acción de 1990 establecía que los países donantes destinarían al menos 0,15 por ciento de sus PIB a la ayuda al desarrollo en 1995, y que ese porcentaje se incrementaría a 0,2 por ciento en el 2000.

"Pero la ayuda a los PMD cayó de 0,09 por ciento del PIB de los países donantes en 1990 a 0,07 por ciento en 1993", según el IDH.

Y, a pesar de las medidas para aliviarla, "la deuda externa total aumentó de 114.000 millones de dólares en 1990 a unos 127.000 millones de dólares en 1993", afirmó el PNUD.

"Los repagos de deuda frecuentemente absorven entre un cuarto y un tercio de las limitadas ganancias de los gobiernos de países en desarrollo", por lo cual se requieren "nuevas iniciativas" para la reducción de la deuda, especialmente en favor de los 32 países más afectados por el problema.

Speth se mostró complacido por la reducción de la "tensión filosófica" que confronta al sistema de Naciones Unidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, pero acotó que las nuevas iniciativas sobre alivio de deuda deben incluir no solo nuevas ideas sino también nuevos recursos.

Si se aplicaran plenamente las iniciativas del FMI y el Banco Mundial en la materia, la situación de 23 de los 32 países más endeudados aún sería insostenible, según el IDH.

En la última cuenta, solo 7.000 millones de la deuda de los países de Africa subsahariana se condonó, por lo que ahora asciende a 150.000 millones de dólares. (FIN/IPS/tra- en/aa/yjc/mj/dv/96

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