Países occidentales pretenden eliminar la conferencia de la ONU en la cual los donantes comprometen anualmente millones de dólares en contribuciones voluntarias a las agencias del organismo internacional.
La omisión de la Conferencia de Compromiso, única en su tipo, propuesta en momentos de drástica reducción de la ayuda al desarrollo de Occidente, es resistida por los países en desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Primero eliminarán la conferencia, y luego los compromisos", ironizó Mahbub ul Haq, representante de Pakistán y ex alto funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Haq, quien ahora encabeza el Centro de Desarrollo Humano, instituto de investigaciones en Islamabad, dijo a IPS que la propuesta de abolir la conferencia es sintomática de la actitud occidental de reducción de la ayuda al desarrollo a los países del Sur.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Madeleine Albright, ha argumentado que el organismo internacional debe poner fin a la reunión anual de dos días como parte de sus esfuerzos de austeridad. Washington, afirmó, espera que la próxima Conferencia de Compromiso, a realizarse en octubre, sea la última.
El embajador Francesco Paolo Fulci, en representación de los 15 miembros de la Unión Europea (UE), dijo a los delegados el mes pasado que la posible abolición de la conferencia "corrobora la disposición de la Asamblea General a racionalizar el uso de recursos".
Durante la conferencia anual, los países miembros comprometen fondos para financiar las actividades de varias agencias de la ONU, incluyendo el PNUD, los fondos para la infancia (UNICEF) y la población (FNUAP) y el Programa Mundial de Alimentos.
El embajador de Costa Rica, Fernando Berrocal-Soto, dijo en nombre del Grupo de los 77, coalición de 132 países en desarrollo, que la conferencia anual es "una oportunidad para renovar el compromiso de los estados miembros con actividades operativas para el desarrollo".
"Continuamos creyendo que brinda un foro útil para mantener la conciencia sobre la importancia de los programas de desarrollo que la ONU promueve e implementa", dijo Berrocal-Soto.
El embajador costarricense también señaló que, en los últimos años, incluso las naciones en desarrollo elevaron sus contribuciones para financiar actividades operativas.
El embajador de Guyana y ex presidente de la Asamblea General, Samuel Insanally, dijo a IPS que cualquier medida por abolir la Conferencia de Compromiso "sería un hecho desafortunado".
Insanally advirtió que la continua caída de la ayuda al desarrollo tendría consecuencias terribles no sólo para los países más pobres, sino también para los industrializados.
"Los países desarrollados verán que su progreso no es inmune al ataque de la pobreza y el subdesarrollo en el Sur", advirtió.
En un discurso ante la Conferencia de Compromiso del año pasado, el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, dijo que las cantidades involucradas en las contribuciones voluntarias a los fondos y programas van más allá de la viabilidad de las operaciones en el terreno.
"Tocan el epicentro de la cooperación al desarrollo de la ONU en su dimensión más amplia", dijo Boutros-Ghali, y subrayó que la financiación de actividades operativas "en una base más segura y estable" es esencial para su eficacia y efectividad".
Una resolución adoptada en mayo por la Asamblea General, de 185 miembros, dispone la revisión de los mecanismos de financiación del sistema de la ONU. La decisión sobre el futuro de la Conferencia de Compromisos será pospuesta y dependerá de los resultados de la revisión. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/lp/ip-dv/96