La Iglesia Católica italiana y una alta dirigente judía local pidieron una "sentencia ejemplar" contra el ex oficial nazi Erich Priebke, que es juzgado por un tribunal militar en esta capital por la matanza en Italia de 335 civiles durante la segunda guerra mundial.
El proceso a Priebke, de 82 años, "tiene un valor histórico y moral de altísimo perfil" y la sentencia debe respetar "la conciencia histórica del pueblo italiano", señaló el Servicio de Información Religiosa, agencia de prensa de la Conferencia Episcopal Italiana.
En el mismo sentido se pronunciól este viernes la presidenta de las comunidades judías de Italia, Tullia Zevi.
Presente en el salón del Tribunal Militar de Roma donde desde el 8 de mayo se lleva a cabo el proceso, Zevi indicó que Priebke tendrá que recibir una sentencia ejemplar, sin ninguna mancha de venganza.
"El juicio histórico ya ha sido aparentemente emitido, y es de condena", afirmaron los obispos. Esta es la primera vez en que el clero se pronuncia sobre el proceso a Priebke.
El fiscal militar Antonino Intelisano pidió el lunes que se condene al acusado a prisión perpetua por su responsabilidad en la llamada masacre de las Fosas Ardeatinas, perpetrada el 24 de marzo de 1994.
Priebke, entonces oficial de las SS, cumplió la orden de las fuerzas alemanas que ocupaban Roma de organizar y ejecutar la masacre. Elaboró la lista de víctimas y personalmente mató a dos prisioneros.
Detenido en Argentina y entregado a Italia el 21 de noviembre, el ex nazi sostuvo ante el tribunal de Roma que los verdaderos culpables del caso de las Fosas Ardeatinas fueron los partisanos que dos días antes habían dado muerte a 33 soldados alemanes.
Tras el ataque de la resistencia, los nazis y los fascistas italianos empezaron a sacar de sus casas a hombres, mujeres y ninos, quienes fueron llevados a las Fosas Ardeatinas junto a otros detenidos comunes para ser ejecutados.
Las fuerzas de ocupación resolvieron que debían morir 10 italianos por cada soldado alemán caído en el ataque de los partisanos. Pero la cantidad fue aumentada de 330 a 335 por orden de Herbert Kappler, comandante de la Gestapo en Roma.
La agencia de la Conferencia Episcopal destacó que del proces ha surgido una vez más la imagen deshumanizada, no sólo de la guerra, sino especialmente del modo en que obraron las fuerzas de ocupación.
Para los obispos, "el proceso hasta ahora no ha sido un ejemplo de limpieza: confiamos que la parte conclusiva (…) sea mas lineal y convincente".
La Corte militar de Apelaciones se reunirá el 29 de este mes, día en que Priebke cumple 83 años, para considerar el pedido de recusación del presidente del tribunal, Agostino Quistelli, formulado por representantes de la parte civil.
Los abogados acusan a Quistelli de haberse manifestado antes de la finalización del juicio a favor de la absolución de Priebke.
Si la Corte de Apelaciones acoge la petición, las instancias judiciales cumplidas serán anuladas y el proceso comenzará nuevamente de cero después del verano europeo.
En caso contrario, la sentencia podria ser dictada poco más tarde del pronunciamiento de la la Corte de Apelaciones.
El fiscal Intelisano dejó abierta la posibilidad que, dada su edad, Priebke cumpla su condena en su propio domicilio.
"La conclusión de este proceso debe ser la más lógica y correcta, sin buscar venganzas y sin ceder a las emociones. Confío en que el veredicto final de esta Corte sea una condena con el máximo de la pena", declaró por su parte Zevi.
La dirigente de la comunidad judía italiana dijo que nadie busca alguna forma de represalia contra Priebke, pero puntualizó que "la plena aplicación de la justicia no contempla sentimientos de indulgencia".
"Tenemos el deber de alertar a nuestros hijos que la masacre de las Fosas Ardeatinas es algo que aún se puede repetir. De hecho, un hijo invisible liga entre ellos este juicio y el que se está celebrando en La Haya, en contra de los criminales de guerra de la ex Yugoslavia", afirmó.
Sin embargo, la presidenta de las comunidades judías italianas se preguntó si el Tribunal que está juzgando a Priebke tiene conciencia de la dimensión política e histórica de este proceso.
"Este juicio trata de una tragedia más grande que su mismo imputado, una tragedia europea, mientras durante el debate me pareció que muchas veces esta dimensión se perdió por completó", concluyó Zevi. (FIN/IPS/jp/ag/ip-hd/96