La organización de derechos humanos HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) de Argentina constituyó una filial en Venezuela, con una decena de descendientes de detenidos-desaparecidos por la dictadura militar (1976-1983).
El objetivo es "apoyo mutuo, tratar de obtener justicia, reivindicar a nuestros padres como seres humanos que desearon cosas hermosas para sus hijos y servir de experiencia para otros sitios donde lamentablemente se ha vivido esta situación", dijo a IPS la organizadora Raquel Robles.
También "se trata de 'tomar la posta' de otros organismos de derechos humanos en Argentina", beneficiados con el relevo, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de ex detenidos desaparecidos y entidades humanitarias asociadas a iglesias y entidades de la sociedad civil, añadió.
La sigla HIJOS "junto con la exigencia de justicia recoge la necesidad de reconstruir la historia personal y colectiva, rescatar el espíritu de lucha de nuestros padres, y la búsqueda de nuestros hermanos robados, privados de su identidad", dijo Robles.
La organización surgió de un encuentro de 70 jóvenes, en un campamento en la provincia argentina de Córdoba, durante la Semana Santa de 1995, y creció hasta contar actualmente cerca de 600 integrantes, en 18 grupos regionales del país.
Jóvenes descendientes de desaparecidos crearon filiales en Montevideo, París, Madrid, Barcelona (España), y desde este lunes en Caracas, sirviendo como primera sede la del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos.
HIJOS participó en el reprimido "Día de la vergüenza", el 29 de octubre de 1995, cuando el general retirado Domingo Bussi asumió como gobernador de la norteña provincia de Tucumán.
El 24 de marzo de 1996, al cumplirse 20 años del golpe, presentó un habeas corpus por los desaparecidos que aún no contestó la justicia argentina.
Dos de esos desaparecidos en 1976, Gastón Robles y Flora Pasatir, militantes de la organización de izquierda peronista Montoneros, eran los padres de Raquel, una profesora de expresión corporal de 24 años, que fue criada por sus tíos.
"Los desaparecidos pudieron ser más de 30.000", afirmó Robles. "No sólo guerrilleros, sino muchas personas sin militancia política, participantes en cualquier proyecto popular, fueron detenidas, desaparecidas, asesinadas".
La activista argentina dijo que HIJOS "siente tristeza y rabia ante el pueblo que olvida y el Estado que perdona".
"Queremos saber qué pasó con nuestros padres, quiénes dieron las órdenes, quiénes las cumplieron. Rechazamos las leyes de obediencia debida, punto final y los indultos", añadió.
Junto con esa lucha, la organización "sirve para trocar la experiencia de muerte en algo que dé vida, sentir que no estamos solos, pasar del rencor y la impotencia a la energía positiva", dijo la activista, quien puntualizó que sus miembros no son ingenuos.
"Tratamos de hacer las cosas juntos, de entender y reafirmar que no somos culpables de nada, porque con los años, el aislamiento y el silencio, las víctimas terminan compartiendo culpas que no tienen", comentó Robles.
La filial venezolana funcionará como un grupo de apoyo mutuo y, como las restantes, apoyará y difundirá las actividades de las redes argentina e internacional de HIJOS. (FIN/IPS/hm/ag/hd/96