La migración interna hacia la capital cubana creció más del doble por año desde 1993 a 1995, como consecuencia de la crisis económica estallada a comienzos de este decenio, según una investigación oficial.
Así mismo, la mayoría de los migrantes que se radican en La Habana son mujeres y proceden de áreas urbanas, reveló la Encuesta Nacional de Migraciones Internas (ENMI).
Durante la década de 1980, La Habana acogía de forma estable entre 10.000 y 12.000 migrantes por año. La tendencia ascendente comenzó en 1990 y en 1993, los migrantes fueron 13.000, para aumentar a 17.000 un año después y a más de 27.000 en 1995, de acuerdo con la ENMI.
Ya en 1993, "el saldo migratorio interno tenía un peso tal que, debido a la disminución de la fecundidad, casi duplicaba el crecimiento natural de la población de la capital", destacó Blanca Morejón, especialista del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM).
La ENMI, realizada con el auspicio del Fondo de Naciones Unidas para la Población, persiguió conocer también la emigración potencial. Es decir, la que está por ocurrir desde los asentamientos emisores hacia los receptores.
La investigación, realizada el último año, englobó 20.853 viviendas de 99 de los 164 municipios del país y permitió obtener información sobre 71.000 personas, 48.000 de las cuales tenían entonces entre 15 y 64 años.
La Habana continúa siendo el principal destino de la migración interna, como esperaban los demógrafos, y desde 1990, coincidiendo con la peor crisis económica de Cuba, el saldo migratorio se incrementó considerablemente.
"El motivo más esgrimido por los migrantes fue el familiar, fundamentalmente el matrimonio o el divorcio, la mejora de las condiciones de vida y el traslado por razones laborales o decisión del Estado", explicó Beatriz Erviti, profesora del CEDEM.
Pero las cifras pueden ocultar otra verdad. Según Erviti, el motivo de matrimonio o divorcio, que en otros países no aparece como motor de migración interna, esconde en Cuba el verdadero incentivo, que sería la búsqueda de mejores condiciones de vida.
La migración interna es determinada en el resto de América Latina principalmente por razones económicas. Ese motivo decide 50 por ciento de la migración de argentinos de provincias hacia Buenos Aires, 95 por ciento de la radicación en barrios de Lima de personas procedentes del interior de Perú, y de 70 por ciento de los casos registrados en la ciudad mexicana de Monterrey.
"Los inmigrantes buscan la vivienda de algún familiar" y esperan que La Habana "les ofrezca las posibilidades para satisfacer todas sus expectativas", dijo Erviti.
El 64,5 por ciento de los 2.186.000 habitantes de La Habana son naturales de esa ciudad, mientras los restantes proceden de otras zonas del país.
"Nací en Céspedes, en la provincia de Camagüey. Vine a estudiar y ahora vivo en a casa de los padres de mi novio. No pienso volver atrás", dice Irma Ricardo, graduada en geografía hace unos años.
Así, con problemas de vivienda, de saneamiento, transporte y empleo, la capital cubana es el imán de una migración que se pretende desestimular con decisiones administrativas.
Los demógrafos advierten el riesgo de poner freno a este fenómeno con medidas coercitivas. En tiempos de la ya desaparecida Unión Soviética, "era necesario trabajar durante cinco años en la construcción para obtener el persmio de residencia en Moscú. Esa experiencia no debe repetirse aquí", advirtió un experto.
De acuerdo con la EMNI, 78,2 por ciento de los migrantes llegados a La Habana proceden de cabeceras municipales y provinciales. Del 21,8 restante, 11,9 por ciento son nativos de pequeños asentamientos urbanos, y los demás, de comunidades rurales de menos de 200 habitantes.
Así mismo, la migración es mayoritariamente femenina. Cada 71 hombres que emigran, lo hacen 100 mujeres, con predominio de jóvenes blancas entre 15 y 34 años, de acuerdo con la encuesta.
En cuanto al nivel de estudios, 33 por ciento de los entrevistados en la EMNI concluyeron enseñanza secundaria y 43 por ciento la media superior, mientras que 13 por ciento cursaron estudios universitarios.
Los demógrafos consideran necesario agregar a la información obtenida el estudio de casos para profundizar en aspectos no aclarados de la migración, como las razones de la mayoritaria presencia de mujeres. (FIN/IPS/rs/ff/pr/96