iniciarán este año sus vacaciones de verano (septentrional) con la alegría de tener un juguete nuevo.
El regalo será la respuesta a una convocatoria de la Organización de Pioneros José Martí, que agrupa a todos los niños cubanos entre cinco y 11 años que cursan estudios primarios.
"Un juguete para tí", es el nombre de la campaña realizada por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que llamó a sus integrantes en cada localidad a elaborar juguetes, para emtregarlos a todos los pequeños en la víspera del Día de los Niños, el 21 de este mes.
La FMC, que agrupa a la mayoría de las mujeres cubanas de más de 14 años, es la única organización femenina de carácter masivo en la isla.
"En las grandes ciudades es más difícil hacer estas cosas. La gente tiene muchas cosas en la cabeza", dijo Ivette Valdés, de 26 años, que dirige un grupo de base de la FMC en un céntrico barrio habanero.
Por el momento, más de 14.000 juguetes comenzarán a llegar a las zonas rurales, en un envío especial realizado por asociaciones de amistad con Cuba, empresarios, personas de las más diversas procedencias y diplomáticos cubanos radicados en 75 países.
El canciller Roberto Robaina explicó que la gestión llevó meses y se llevó a cabo como si fuera "la más importante operación diplomática".
"El trabajo se realizó en silencio desde La Habana y las misiones cubanas en el exterior, para contribuir a este lindo esfuerzo en aras de la alegría y los sueños del más bello tesoro que tiene el país", dijo Robaina este sábado.
Según el último Anuario Demográfico, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas el pasado año, Cuba terminó 1994 con una población de 10,9 millones de habitantes, de los cuales 806.600 eran menores de cinco años, 883.600 tenían entre cinco y nueve años, y 737.100, entre 10 y 14.
En esa fecha, 137.600 madres de todo el país se beneficiaban con los servicios de círculos infantiles estatales y 98 por ciento de los niños y adolescentes en edad escolar asistían a los centros de enseñanza.
Aunque el gobierno trató de preservar los derechos básicos de la infancia de la crisis que afecta el país desde principios inicios de esta década, los niños no escaparon a los efectos de la depresión.
Desde muñecas y carritos hasta los más elementales juegos de mesa desaparecieron de las vidrieras de la isla y con la legalización del dólar, en 1993, los juguetes se convirtieron en un derecho exclusivo de los poseedores de divisas extranjeras.
"Yo quisiera, pero no puedo", dijo a IPS Raquel Gómez, una madre de 32 años que se negó a comprar un oso de peluche a su hija de seis años, pues reserva sus pocos dólares para productos supuestamente más necesarios, como aceite de cocina o jabón de baño.
De acuerdo con cálculos especializados, entre 40 y 50 por ciento de los cubanos obtienen dólares mediante servicios a turistas extranjeros, pagos de empresas mixtas, estímulos del Estados o remesas de familiares radicados en el extranjero.
Esa proporción incluye desde los que perciben ingresos en dólares más o menos estables, los que pueden conseguir una cantidad ínfima de divisas cada cierto tiempo y los que un día reciben una cantidad importante desde el extranjero pero viven la incertidumbre de no saber cuándo llegará otra remesa.
"Uno tiene que guardar lo que tiene para alimentarse y vestirse", señaló Gómez que, sin embargo, reconoció que en las llamadas tiendas de recaudación de divisas se pueden ver personas comprando juguetes a sus hijos.
Enith Alerm, presidenta de la organización de pioneros y dirigente del gobernante Partido Comunista, aseguró que los juguetes donados desde otros países serán destinados a uso colectivo en círculos infantiles, escuelas y centros no formales de educación prescolar.
La iniciativa contribuirá a una incipiente tendencia de la pedagogía cubana moderna que intenta incluir el juego en el sistema de aprendizaje como una importante vía de educación y formación infantil.
Dominio físico, precisión en las percepciones, imaginación, independencia, creatividad, relación con los demás, capacidad expresiva, lenguaje, perseverancia y disciplina, son cualidades que, según los expertos, pueden adquirirse a través del juego.
"Hemos querido acercar el cielo a la tierra, no en afán de alarde, ni en un reto a la ciencia ficción, sino forjando con mucho amor y sacrificio un enorme gesto de solidaridad internacional", dijo Robaina.
Según el canciller, las personas que en todos los continentes respondieron al llamado de la isla no sólo donaron juguetes, sino que pagaron altas cantidades de dinero por el envío y realizaron una entrega de 12.500 dólares.
"Una carga de juguetes aún mayor está en camino hacia Cuba", aseguró Robaina, y precisó que el dinero entregado en efectivo se utilizará para la reconstrucción de escuelas primarias y círculos y parques infantiles. (FIN/IPS/da/ff/pr/96