CUBA: Crisis económica no frena caída de mortalidad infantil

Con el camino de la recuperación económica aún por delante, Cuba logró disminuir la mortalidad infantil en la primera mitad de este año.

Cuba "presenta en estos momentos la mejor situación de su historia en los cuatro indicadores fundamentales del programa materno-infantil", aseguró el ministro de Salud Pública, Carlos Dotres.

La mortalidad entre niños menores de un año fue de 8,2 por 1.000 nacidos vivos en los primeros seis meses de 1996, frente a 9,4 en igual lapso de 1995, indican estadísticas del Ministerio de Salud Pública.

El retroceso de la mortalidad infantil se mantuvo pese a que la actividad económica cayó 34,3 por ciento entre 1990 y 1993, para dar lugar a la crisis más dura de la segunda mitad de este siglo en la isla.

La depresión afectó todos los servicios vinculados al sector de la salud, considerado uno de los pilares sociales del gobierno de Fidel Castro.

"El financiamiento para importar recursos imprescindibles para el sector decreció en los últimos años a menos de la tercera parte de lo utilizado en 1989. Pero el comportamiento de los indicadores de salud ha sido satisfactorio", señaló un funcionario.

La prioridad otorgada al programa materno-infantil permitió el descenso continuado de la mortalidad infantil de 11,1 por 1.000 en 1989 a 8,2 en 1996, aseguran las autoridades.

Durante las gestación, las embarazadas asisten en promedio a 12 consultas prenatales y a controles para el diagnóstico de malfomaciones congénitas incompatibles con la vida, realizados mediante estudios genéticos, bioquímicos y de ultrasonido.

"En condiciones aún económicamente adversas, se demuestra una vez más quienes son los verdaderos privilegiados en Cuba: las madres y los niños", dijo Dotres.

"Cada año mueren en el mundo tres millones de niños por enfermedades evitables, más de un millón de lactantes fallecen por malnutrición, mientras 500.000 pierden la vida por motivos relacionados con el embarazo", advirtió Martín Santiago, representante adjunto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Cuba figura entre los 25 países del mundo de menor mortalidad infantil, de acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS),

Dotres informó que la mortalidad materna fue de 2,9 por cada 10.000 partos desde enero hasta junio, ante 3,7 en igual etapa de 1995, mientras las defunciones de menores de cinco años cayeron a 10,8 por 1.000, un nivel sin precedentes.

El índice de bajo peso al nacer descendió a 6,9 por ciento, para confirmar una baja sostenida desde 1993.

Los principales factores de riesgo para el bajo peso de los recién nacidos son el embarazo en la adolescencia y la desnutrición y el hábito de fumar de la madre, y el aumento insuficiente de peso de ésta durante la gestación.

Las embarazadas que presentan desnutrición o anemia, o embarazo múltiple, son atendidas en los hogares maternos, que cuentan con unas 3.000 camas y donde las pacientes reciben una dieta de no menos de 2.800 kilocalorías diarias, dijo la pediatra Juana Martín.

Todas las embarazadas reciben una ración mínima de alimentos, y para evitar el nacimiento de niños de menos de 2.500 gramos de peso, existe la variante de vincular a las futuras madres con comedores obreros y cooperativas agrícolas, para reforzar su alimentación.

"Además de recibir almuerzo todos los días con proteínas-huevo y pescado- y leche, nos garantizaban el Prenatal, medicamento que contiene sales de hierro, ácido fólico, vitaminas A y C", dice Libertad, madre de una niña de seis meses.

Según Dotres, los resultados del primer semestre "no son producto de la casualidad, y ni siquiera únicamente del trabajo médico, sino de una labor integral".

"Esos indicadores miden el desarrollo sociopolítico y cultural (del país), aún en medio de un bloqueo criminal y la agudización de las agresiones" de Estados Unidos, declaró el ministro.

La crisis ha golpeado la industria ligera, que disminuyó su producción de tela antiséptica y de pañales, calzado, ropa, y resulta difícil garantizar los suministros a los 150.000 niños que nacen cada año.

Los hospitales presentan déficit de sábanas, lámparas y algodón, y las embarazadas y sus familiares deben ocuparse en conseguirlos, generalmente en el mercado negro.

"Tuve que llevar hasta un cubo para bañarme, y esas dificultades, en un momento tan importante como el parto, te hacen olvidar lo bien que te atendieron durante todo el embarazo", comentó Olga Suárez, que dió a luz en la capital.

Muchos cubanos afirman que, al margen de las limitaciones materiales, el esfuerzo por mantener los progresos logrados en materia de atención médica resulta empañado por falta de higiene en las unidades asistenciales y muestras de desidia y mala atención a los pacientes.

La asignación presupuestal a los sectores de salud y educación para este año suman 2.638 millones de pesos (igual cantidad en dólares, al cambio oficial). (FIN/IPS/rs/ff/he/96)

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